Nueva pista en febril búsqueda de foco de contaminación con bacteria EHEC
8 de junio de 2011La bacteria fue identificada en un pepino que llevaba al menos semana y media en el contenedor de la familia de Magdeburgo, en el este de Alemania, pero según informó el Ministerio de Salud del Estado federado de Sajonia-Anhalt, aún no se sabe como acabó allí ni si ayudará realmente a encontrar la fuente del brote infeccioso. "No está claro y las investigaciones no son fáciles", indicó el portavoz de ese ministerio. "Probablemente nunca lo sepamos con seguridad". Tampoco se precisó el origen de la hortaliza infectada. Los tres miembros de la familia se habían contagiado con la bacteria EHEC: mientras el padre y la madre fueron tratados y ya están en casa recuperados, la hija, de edad adulta, padece el peligroso síndrome urémico hemolítico (HUS).
Sin conexiones con el norte de Alemania
Según las primeras investigaciones, ninguno tiene conexiones con el norte de Alemania, donde se detectaron la mayoría de los casos de contagio. Tampoco en pruebas realizadas a otros restos biológicos de la basura y a los alimentos de los establecimientos en los que suele comprar la familia dieron positivo.
Los expertos no descartan que los tres estuvieran ya contagiados y transmitieran la bacteria a los pepinos. También puede ser que estos resultaran infectados en la basura. El 31 de mayo, cinco días después de que las autoridades alemanas apuntaran a pepinos españoles como origen de la epidemia, se comprobó que las hortalizas de Málaga y Almería no eran la fuente del brote.
En los análisis realizados a los pepinos infectados hallados en el mercado central de Hamburgo no se encontraron coincidencias con el agente patógeno de tipo O104 hallado en los pacientes. Un día después, la Unión Europea suspendió su alerta sanitaria a nivel europeo pero la primera acusación ya había generado pérdidas millonarias al sector hortofrutícola español.
Reunión de análisis de crisis
Mientras, las autoridades alemanas reiteran que las investigaciones son "extremadamente difíciles" por lo que siguen sin poder dar respuestas pese a los esfuerzos. Tras mantener una reunión extraordinaria de tres horas esta mañana en Berlín, los ministros de Salud y Agricultura de Berlín y de los "Länder", reconocieron sus dificultades a la hora de determinar el origen pero rechazaron las críticas lanzadas tanto desde dentro como desde fuera de Alemania por la gestión de la "crisis del pepino".
La ministra de Agricultura, Ilse Aigner, justificó todos los anuncios realizados y recalcó que autoridades regionales y nacionales están cooperando perfectamente desde la aparición del brote. Sin embargo, en la reunión se pidieron mejoras en los canales de información y en la coordinación entre las distintas instituciones germanas a la hora de comunicar. "Se necesita una sola voz", dijeron.
"Estrecha colaboración" es lo que ahora se necesita
El comisario de Sanidad de la Unión Europea (UE), John Dalli, que el martes había pedido a Alemania que se abstuviese de lanzar mensajes alarmistas mientras no tuviera datos científicos contrastables en mano, elogió hoy los esfuerzos de ese país, según dijo, basándose en el informe realizado por un grupo de expertos de la Unión Europea que se desplazó a Alemania para informarse sobre la situación.
"Éste no es momento de críticas", sino de mantener una "estrecha colaboración" para frenar la epidemia, aseveró. Una vez identificado su origen, podrá hablarse de posibles lecciones. Como el ministro alemán de Salud, Daniel Bahr, Dalli hizo hincapié en la necesidad de seguir trabajando para garantizar la seguridad ciudadana. "Tenemos y debemos hacer todo para garantizar a los consumidores de Europa que la comida que ingieren es segura".
"Desde el principio nos esforzamos por detectar el origen y hacerlo rápidamente", indicó por su parte Bahr. Sin embargo, "la verdad es que seguimos sin encontrar la fuente". El ministro reveló que la cifra de muertos en Alemania asciende ya a 25 y subrayó que no se pueden descartar más fallecimientos e infecciones. "Todavía no puede levantarse la alarma".
De hecho, el país mantiene la advertencia de no consumir lechugas, pepinos, tomates ni brotes vegetales sin cocinar y de ser extremadamente cuidadoso con todas las frutas y verduras frescas: Pero pese a la gravedad de la situación, Bahr confirmó que el número de nuevos contagios está empezando a caer, "motivo suficiente para el optimismo". Según él, "ya pasó lo peor".
dpa
Editor: José Ospina-Valencia