¿Salvataje del euro o Federación Europea?
19 de julio de 2012
Stefan Homburg es docente de la Universidad Leibniz, de Hannover, y director del Instituto de Finanzas Públicas de Alemania. Junto con otros 250 conocidos economistas, expertos en finanzas y en el euro, Homburg escribió recientemente una carta abierta a la opinión pública alemana advirtiendo sobre los peligros de nuevos paquetes de ayuda. Allí también dice que es imposible salvar al euro ayudando a la banca española, y que ese rescate no tiene nada que ver con un intento de conservar la unidad monetaria europea. Deutsche Welle habló con Homburg en entrevista exclusiva.
DW: Sr. Homburg, ¿está la eurozona a punto de sufrir una catástrofe?
Stefan Homburg: Hablar de catástrofe me parece algo exagerado, pero las medidas de rescate tomadas hasta el momento se han ido transformando lentamente en riesgos cada vez mayores. Y todavía no se ve una luz al final del túnel. Los países receptores segurián necesitando ayuda también a largo plazo. Y ahora, en el caso de España, se trata de bancos más pequeños que, sin duda, no son importantes para el sistema. Por lo tanto, no estamos frente a una ampliación de las medidas de rescate, lo cual es absolutamente comprensible. No hay ninguna razón para inyectar dinero de los contribuyentes europeos a esos pequeños bancos españoles. El problema se sigue agudizando y pienso que por eso no se podrá seguir manteniendo al euro.
¿Entonces, los diputados alemanes se comportarían de modo totalmente irresponsable si aprobaran el paquete de rescate para la banca española?
Eso creo. Un parlamentario me envió un informe de 140 páginas -que no había recibido hasta el día de hoy- en base a las cuales deberá decidir. Es decir, que se están manejando sumas siderales de un modo precipitado e irresponsable y no hay ni rastros de un argumento sensato para subvencionar a esos bancos. El hecho de que algunos bancos españoles caigan en la insolvencia no pondría en peligro al euro.
Por lo general, los diputados alemanes cuentan con el asesoramiento permanente de expertos. En este caso, ¿van a votar sin un asesoramiento previo?
Se están metiendo en esto a paso acelerado y sin preparación alguna. Eso sucede ahora, con la ayuda a España, y ya sucedió con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y con las anteriores medidas de rescate. En el fondo, ya había comenzado en mayo de 2010. Durante las cumbres del Gobierno se deciden cosas y luego se insta a los diputados a aprobarlas lo antes posible, ya que, de lo contrario, supuestamente podrían suceder algo terrible.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se mostró muy molesto por las objeciones de los economistas, refiriéndose a una “actitud irresponsable”. ¿En qué aspectos han sido usted y sus colegas tan alarmistas como sugiere el ministro?
La verdad, no creo que nuestro llamamiento haya sido alarmista. Expresamos la preocupación sobre que, a partir de las numerosas transgresiones a los tratados, que se multiplicaron en los últimos años, se está creando una situación peligrosa, y que continuar aumentando las garantías no tendrá buenos resultados.
¿Cuán acertada es la impresión de que se está tratando de salvar al euro verdaderamente a cualquier precio?
No creo en absoluto que se trate del euro, ya que el hecho de que algunos acreedores no puedan pagar sus deudas no pone en peligro a una moneda. Desde mi punto de vista, se está tratando de salvar el bienestar de los bancos. Y, lamentablemente, estamos en el mejor de los caminos hacia una plutocracia. Cuando entre en vigor el MEDE, eso será aún peor, porque el MEDE actúa detrás de una gran cortina de humo. Es decir, que los jefes de Gobierno pueden pagar cientos de miles de millones a determinados bancos sin que la opinión pública se entere de nada.
También existe un movimiento contrario, formado por expertos que dicen que todas esas medidas son las indicadas para salvar a la unidad monetaria europea. ¿Se trata de personas optimistas e irresponsables?
En realidad, no existe una corriente de pensamiento que opine que las cosas se han hecho bien hasta el momento. Existe un grupo que ha manifestado su preocupación por escrito, y otro grupo que cree que a través de nuevas y, supuestamente, más estrictas regulaciones las cosas se pueden volver a normalizar. Creo que ese segundo grupo es apolítico, y que todavía no aprendió que las reglas se rompieron durante estos últimos de 20 años, y que se seguirán rompiendo en el futuro. Y transgredir las reglas es mucho más fácil si, como en el caso del MEDE, todo transcurre en secreto.
¿Cómo es, según usted, el escenario futuro? ¿Aumentará la inflación? ¿O se creará una unión de los países más fuertes de la eurozona, y los más débiles saldrán del euro?
Muchos expertos están de acuerdo con que, al final del camino, solo quedan dos alternativas. La primera, que es congruente en sí misma, seria abandonar la unión monetaria conservando la unión política europea. Es decir, que cada país conservaría una moneda propia, como la tuvo también Alemania hace diez años. La otra solución, también congruente, sería crear una federación europea en la que la legislación impositiva y social, además de otras leyes financieras importantes, se decidan en Bruselas. Una federación con una legislación unificada podría funcionar. Pero por supuesto que se plantea la cuestión acerca de cuán democrática sería.
¿Perderían así sus ahorros los ciudadanos de los diferentes países?
Lo que muchas personas no entienden es que una gran parte de los ahorros ya se ha perdido. Solo que eso no se da a conocer. Por ejemplo, muchos créditos se destinaron a la burbuja inmobiliaria española, créditos que se otorgaron en casi un 130 por ciento. Ahora, los precios de los inmuebles cayeron en España debido a la crisis, por lo cual el dinero de los ahorristas y de los bancos ha desaparecido. Ahora se puede intentar ocultar esas pérdidas a través de programas de salvataje que evitan que los bancos caigan en bancarrota. No se trata de que, debido a las decisiones que se están tomando, se esté terminando con los ahorros. Los ahorros ya desaparecieron.
Entrevista: Wolfgang Dick (CP)
Editor: Enrique López