Occupy Fráncfort: ¿dialogar o acampar?
31 de julio de 2012Las crecientes desigualdades sociales han sido el tema central de estas protestas, al compás de un lema común: “somos el 99%”. Sobre todo en boca de los jóvenes, la crítica al sistema capitalista se ha escuchado y leído –alto y claro-, en las calles y plazas de varios continentes; y en todos los dominios de Internet. Con especial énfasis sobre el desigual acceso a la educación en Chile y Canadá; sobre el monopolio mediático en México; sobre el poderío de los bancos en Estados Unidos y Europa.
En Fráncfort del Meno –el corazón del sector financiero en Alemania, con representaciones y oficinas de la UE y el FMI–, Occupy acampó en la plaza del Banco Central Europeo (BCE). Diez meses después, el grito se ha ido apagando. Aún se escucha. Pero la gente ha dejado de traerles flores y sopa. Entretanto, al Gobierno de la ciudad y a muchos vecinos les preocupa la higiene, los indigentes instalados donde debía haber manifestantes, y hasta las ratas.
Las autoridades municipales declararon ilegal el campamento desde el pasado 26 de julio. Y amenazan con desalojarlo esta semana. Los acampados presentaron una petición de protección jurídica ante el Tribunal Administrativo de Fráncfort, este martes 31 de julio. La ciudad ha decidido esperar la decisión judicial. Pero no recibirán respuesta antes del jueves, dijo un vocero del tribunal.
¿Qué ha logrado Occupy en “la ciudad de los bancos”?
¿Qué cuenta la acampada de Occupy sobre Fráncfort? "Hay ratas en el campamento, porque las hay en Fráncfort", dijo el activista Erik Buhn al servicio alemán de Deutsche Welle. Y si hay "un par de indigentes", es también porque ese es un problema de la ciudad, insistió.
“Lo más importante no es si se les desalojará o no, si hay carpas o no, lo más importante es seguir la discusión que el movimiento ha puesto sobre la mesa”, declaró, por su parte, a la emisora pública alemana Deutschlandfunk, el socialdemócrata Peter Feldmann, alcalde de la ciudad.
“Tenemos que debatir sobre el papel de los bancos, de la industria financiera, que es muy fuerte en nuestra ciudad (...) Estamos inmersos en la competencia global” y la “globalización desde abajo” –sobre la que se discute en las carpas– tiene que llegar al debate “en la alcaldía, en el mundo financiero, en los sindicatos, en las Iglesias”, propone Feldmann.
“Tenemos que discutir, todos juntos, porque nosotros vivimos de los bancos”, destacó el político, considerado como del ala más a la izquierda de los socialdemócratas: “Tenemos que garantizar la cohesión social. Por eso, para mí, la política financiera, económica y social son una sola”. Feldmann aspira a reunir a políticos, activistas de Occupy y banqueros en torno al reclamo popular por una mayor justicia social, escrito en las banderas del movimiento Occupy a nivel mundial; que el debate no se desvíe hacia la estética o higiene de las carpas, sino que se traduzca en reformas políticas.
¿Se trata apenas de un tema de campaña para el partido socialdemócrata? ¿O de una puerta abierta a cambios estructurales desde la política comunal? ¿Apunta Occupy a una reforma del capitalismo? ¿O a un cambio de sistema? Por el momento, la página del movimiento frankfurtiano se concentra en el corto plazo, en mantener la visibilidad que les proporciona la acampada. En caso de desalojo, escriben, “resistiremos pacíficamente, con acciones creativas, de desobediencia civil”.
Autora: Rosa Muñoz Lima
Editora: Emilia Rojas Sasse