Odebrecht: "Ilusiones de un pecador"

El diario alemán Handelsblatt critica las ambiciones del empresario brasileño Marcelo Odebrecht, figura central en el mayor caso de corrupción en Sudamérica: "Odebrecht, de 51 años, está cumpliendo una condena de prisión. Pero desde que un tribunal le permitió régimen abierto en septiembre, los informes sobre él no han cesado. Para horror de la nación, Marcelo Odebrecht realizó una visita sorpresa a la sede de la empresa en São Paulo. Luego escribió una carta abierta a su familia. Según él, había encontrado la compañía sin liderazgo y se ofreció a sacarla de la crisis.

Odebrecht sigue mostrando la megalomanía con la que una vez creó el coloso, dicen ahora los que lo conocen. Y demuestra una vez más la arrogancia con la que negó toda corrupción hasta el final. La fiscalía, sin embargo, subraya sobriamente el acuerdo de que ningún miembro de la familia puede volver a presidir la empresa. La propia familia Odebrecht también está irritada. Hace tiempo que el padre, Emilio, le dio la espalda a Marcelo Odebrecht y de inmediato dejó claro que las estrictas normas acordadas siguen vigentes.

De todos modos, las ambiciones de Marcelo llegan en un mal momento. En muchos países, el grupo tiene prohibido entrar en el mercado, la empresa apenas recibe nuevos pedidos y la plantilla se ha reducido de 190.000 a 40.000 empleados. Solo la filial química Braskem sigue ganando dinero, pero la dirección quiere venderla para saldar la deuda de 22.000 millones de euros. En este contexto, la campaña de Marcelo Odebrecht parece la fantasía de un rey que hace tiempo que perdió su imperio."

"Bajo la sombra de la corrupción"

El caso Odebrecht sigue jugando un papel importante en la crisis actual en Perú según el semanario alemán Der Spiegel: "Perú se ve severamente afectado por el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht. Supuestamente, la empresa ha sobornado a políticos y funcionarios de toda América Latina durante años. Se calcula que se han pagado casi 800 millones de dólares en sobornos en total.

Grandes sectores de la población apoyan el curso anti-corrupción del presidente. Después de su decisión de disolver el Congreso, miles de partidarios del gobierno salieron a las calles. Evidentemente Vizcarra cuenta con la lealtad de la policía y de las fuerzas armadas: la policía cercó el edificio del parlamento, y el lunes por la noche se publicaron fotos del presidente junto con los principales generales.

A pesar del desprecio por una élite política corrupta, algunos peruanos podrían observar con inquietud la ofensiva presidencial. El recuerdo de la última crisis constitucional de 1992 está todavía en la memoria de muchos. En ese momento Alberto Fujimori, padre de la actual líder de la oposición, disolvió el congreso. A esto le siguió una tiranía durante la cual se produjeron muchas violaciones de los derechos humanos."

"La vuelta de los peronistas"

El diario suizo Neue Zürcher Zeitung analiza el probable giro hacia la izquierda en Argentina y centra su atención en la supuesta "reconciliación" entre las corrientes del peronismo: "Kirchner hizo una jugada inteligente. Todo el país esperaba que ella misma se postulara de nuevo para el cargo más alto. Al dejar paso a Fernández, sorprendió a todos. Lleva meses presentándose como una persona redimida. En la presentación de su libro "Sinceramente" se elogió a sí misma por cooperar con personas que antes la criticaron con vehemencia. No nombró a nadie, pero Alberto Fernández es uno de ellos. El jefe de gabinete de Néstor Kirchner, el difunto esposo de Cristina y su predecesor como presidente, había dimitido en 2008 debido a diferencias con la presidenta. Luego se distanció del "kirchnerismo" y se convirtió en un crítico agudo: "El peronismo era progresista con Kirchner (Néstor) y patético con Cristina", dijo una vez.

Mientras tanto, las críticas venenosas son cosa del pasado. "Estamos listos para construir otra historia y otro país", afirmó Cristina en la presentación del libro. Destacó la importancia que tiene el diálogo para Alberto. De hecho, el abogado de 66 años y ex profesor de derecho de la Universidad de Buenos Aires es considerado un político de centroizquierda que pertenece al ala moderada del peronismo.

Expertos como el politólogo Julio Burdman, le reconocen a Cristina de Kirchner haber mostrado pragmatismo. El nuevo gobierno tendrá que hacer frente a la crisis, cooperar con el FMI y atraer inversiones. 'Para ello, el jefe de Estado debe tener una base amplia en el centro de la sociedad', según Burdman. Kirchner se había dado cuenta de que no podía asumir este papel, pero el moderado Fernández sí."

(gg/er)

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