Ofensiva final contra los terroristas en Bombay
28 de noviembre de 2008Por tercer día consecutivo, las fuerzas especiales indias continúan combatiendo en Bombay para vencer la resistencia de los terroristas que aún se atrincheran en dos edificios de la capital económica del país. Se trata del edificio Nariman, que es un centro judío de rezo, y del hotel Taj Mahal. En este último se sospecha que podrían quedar aún seis terroristas pertrechados.
El que ya se encuentra bajo el control del ejército indio es el hotel Oberoi -también conocido como Trident-, que permanecía en poder de diversos hombres armados. "La operación en el Oberoi se ha terminado", afirmó el jefe de la Policía de Bombay, Hassan Gafoor. En el asalto, los soldados indios han abatido a dos terroristas y han conseguido liberar a los cerca de cien rehenes que permanecían retenidos.
Entre ellos, se encuentran al menos cinco ciudadanos alemanes, tres de ellos trabajadores de la aerolínea Lufthansa y otros dos miembros de la Oficina de Asuntos Exteriores. También fueron liberados dos empresarios españoles que se hallaban entre los secuestrados, así como al menos otras cinco personas de nacionalidad italiana.
Más víctimas: ya son 155 los muertos
Mientras tanto, el número de víctimas sigue aumentando. Los últimos cadáveres son los de cinco rehenes que habrían perdido la vida en el centro religioso judío durante un intercambio de disparos en el transcurso de la operación de rescate. Dos terroristas habrían muerto también en el tiroteo. En el edificio Nariman, las unidades de élite rastrean el tercer piso para dar por acabada la operación.
Las cinco nuevas víctimas se suman a los 24 cadáveres aparecidos también este viernes durante el rescate del hotel Oberoi. La cifra de muertos, aún provisional, se eleva a 155 víctimas. Oficialmente, entre los muertos hay 19 ciudadanos extranjeros, cuatro de ellos alemanes, dos australianos, dos estadounidenses, dos franceses, un británico, un canadiense, un japonés, un italiano y un español. El número de heridos se sitúa alrededor de las 370 personas.
Ofensiva final
Liberado el hotel Oberoi y casi bajo control el edificio Nariman, los esfuerzos de las fuerzas de seguridad indias se centran ahora en acabar con la resistencia de los terroristas que permanecen atrincherados en el hotel Taj Mahal, y que mantendrían a diversos rehenes aún en su poder. El portavoz de las fuerzas especiales encargadas de la operación ha asegurado que es "cuestión de horas" conseguir liberar ambas instalaciones.
Sea como sea, los soldados intentan avanzar lentamente para evitar víctimas entre los secuestrados en la medida de lo posible. Un lanzagranadas del Ejército dispara proyectiles contra el primer piso para acabar con la resistencia de los captores.
Confusión sobre la autoría
Mientras tanto, aumenta la confusión respecto a la autoría de la cadena de atentados terroristas. Según diversas informaciones, tres terroristas detenidos durante la noche en el marco de la operación desplegada en el hotel Taj habrían confesado formar parte del grupo de milicianos islamistas Lashkar-e-Taiba (Ejército de los Puros), con base en Pakistán. De hecho, al menos uno de los arrestados sería de esa nacionalidad.
Este extremo, aún por confirmar, daría la razón al gobierno indio, que en todo momento ha señalado a terroristas llegados de fuera del país como los responsables de los ataques. En concreto, a militantes paquistaníes, como ha asegurado el ministro de Exteriores indio, Pranab Mukherjee. El gobierno de Islamabad, por su parte, ha advertido a Nueva Delhi que no se apresure a buscar culpables.
Sea como sea, esta circunstancia no hace sino aumentar la tensión entre los dos países vecinos y tradicionalmente enemigos. Hasta el momento, la autoría de los atentados se había atribuido a la organización islamista Deccan Muyahidiny, que de hecho había reivindicado las acciones.
Por otro lado, también ha trascendido que las autoridades británicas investigan posibles vínculos de los terroristas con el Reino Unido. Según informa la cadena BBC, algunos de los atacantes podrían ser ciudadanos británicos. El primer ministro, Gordon Brown, y el titular de Exteriores, David Miliband, señalaron que aún es pronto para sacar conclusiones y que primero es necesario acabar con la operación para poder identificar a los terroristas.