OIEA decide el futuro nuclear de Irán
6 de marzo de 2006
La primera sesión de la crucial reunión de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) no ofreció novedades de cara a la resolución de la crisis nuclear iraní. El régimen de Teherán continúa insistiendo en su programa nuclear, mientras las potencias occidentales tratan de detener su programa de enriquecimiento de uranio.
Optimismo para una solución
El director general de la OIEA, Mohamed El Baradei, llamó a la junta a evitar una confrontación con Irán y optar por la mesa de negociación para solucionar lo antes posible el conflicto. En opinión de El Baradei, el aumento de las tensiones sería contraproducente y no aportaría una solución duradera.
El Baradei llamó a las partes a la máxima moderación en las declaraciones y aseguró que el punto crucial en las negociaciones son las actividades de investigación y desarrollo (I+D) en referencia a las centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio. Mientras Irán continúa reclamando su derecho a usarlas, Estados Unidos y la Unión Europea consideran indispensable la suspensión de estas actividades para volver a la mesa de negociaciones.
Nueva oferta rusa
Rusia fue en la sesión de hoy la que más aportó en aras a la solución de la crisis. Frente a la propuesta inicial que contemplaba el enriquecimiento de uranio en territorio ruso a través de una sociedad mixta entre ambos países, la diplomacia de Moscú se mostró hoy más generosa cediendo a Irán el derecho de llevar a cabo algunas actividades de I +D a cambio de una moratoria en su programa de enriquecimiento industrial de uranio.
Esta oferta permitiría a Irán producir uranio enriquecido en pequeñas cantidades no significativas para el uso militar. Según fuentes diplomáticas, Rusia estaría dispuesta a conceder 164 centrifugadoras al régimen de Teherán para un proyecto piloto, número que Washington considera excesivo.
La oferta Rusa contempla también la ratificación por parte de Irán del Protocolo de no Proliferación de Armas Nucleares, además de desistir de la producción industrial de uranio enriquecido a largo plazo, actividad que se llevaría a cabo en Rusia. Teherán firmó el protocolo en diciembre del año 2003 pero su Parlamento todavía no lo ha ratificado.
Oposición internacional
Sin embargo, tanto para EEUU como para la troika europea (Gran Bretaña, Francia y Alemania), estas condiciones son inaceptables. No en vano, la anterior resolución de la Junta instó a Irán a suspender todo tipo de actividad relacionada con el enriquecimiento de uranio.
Por su parte, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, declaró que la tecnología nuclear es un derecho de su país que debe ser reconocido por la comunidad internacional. "Si ellos deciden ejercer presiones políticas sobre Irán, reconsideraremos nuestro trato", concluyó Ahmadineyad en alusión a la cooperación con la organización.