Olas gigantes: miles de muertos en Sri Lanka e India
26 de diciembre de 2004
El quinto mayor terremoto del último siglo originó olas gigantes, o tsunamis, que alcanzaron Sri Lanka y la India, ahogando a miles de personas e inundando islas turísticas de Tailandia y las Maldivas.
El domingo el conteo de las víctimas letales ya superaba las 10.000, luego que una pared de agua de hasta 10 metros de altura que se creó por el terremoto de magnitud 8,9 en la isla de Sumatra, Indonesia, causó muerte, caos y devastación en toda la zona.
"Nada como esto había pasado antes en nuestro país", dijo el primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra. Sri Lanka, donde las autoridades afirman que los muertos llegan a 2.500, pidió ayuda internacional de emergencia. Según funcionarios locales hay un millón de personas afectadas, es decir, el 5% de la población. La cifra de muertes en India era de unos 2.000 y en Indonesia superaban 1.800.
Todas las cifras son todavía estimaciones y pasarán varios días hasta tener una idea más acretada de la magnitud de la catástrofe humana.
El mayor en 40 años
El terremoto se registró a las 7:59 a.m (00:59 GMT) del domingo mar adentro de la costa de la isla indonesia de Sumatra y se desplazó hacia el norte con múltiples temblores, hacia las islas Andaman, en la bahía de Bengala.
El sismo fue el mayor registrado desde 1964, dijo Julie Martínez, geofísica del Centro de Estudios Geológicos de Estados Unidos de Golden, Colorado. "Son múltiples terremotos a lo largo de la misma falla".
"Lo hemos medido en magnitud 8,9, eso lo convierte en el quinto mayor terremoto registrado desde 1900", dijo. "Estos enormes sismos, cuando ocurren en aguas pocos profundas (...) prácticamente enturbian el piso del océano", dijo el geofísico del servicio de investigaciones geológicas de EE.UU., Bruce Presgrave.
Bajo agua
Sri Lanka se perfila como el país más afectado, especialmente la región turística del sur y este, donde los hoteles de playa fueron inundados o barridos. Miles de personas huyeron del peor tsunami que recuerdan hacia tierras más altas. Las autoridades estiman más de 4.000 muertos y hasta un millón de personas podrían haber quedado sin hogar.
Dos tercios de la capital de las Maldivas, Male, estaban
inundados y se teme por el destino de docenas de atolones de coral que estaban repletos de turistas extranjeros durante la temporada navideña.
Según el presidente, Maumoon Abdul Gayoom, "la isla esta a solo un metro por encima del nivel del mar y una ola de agua de 1,3 metros de altura pasó sobre nosotros".
La India temía que la cifra de muertos fuera devastadora a lo largo de su costa sur oriental. Sólo en el estado de Tamil Nadu, un portavoz gubernamental dijo que al menos había 1.625 muertos. Los equipos de rescate buscan a cientos de pescadores desaparecidos. El primer ministro, Manmohan Singh, colocó a las fuerzas armadas en alerta.
En Tailandia, al menos 257 personas murieron y más de 5.000 resultaron heridas, dijeron las autoridades. En las populares islas del sur de Tailandia, los equipos rescataron a unos 70 buceadores tailandeses y extranjeros de la famosa Cueva Esmeralda y otras decenas de personas fueron evacuadas.
Según las autoridades, más de 600 turistas y residentes locales estaban siendo evacuados por mar y aire desde la pequeña isla de Ko Phi Phi. El Gobierno tailandés ha ordenado la evacuación de áreas costeras como Phuket y Krabi.
Alerta internacional
Alemania está entre los países que han ofrecido ayuda a la región afectada, aunque también teme por que ciudadanos alemanes puedan estar entre las víctimas de la catástrofe.
El ministerio de Asuntos Exteriores convocó a un gabinete de crisis y se habilitó una línea telefónica para turistas alemanes y sus familiares.
Asimismo los operadores turísticos alemanes han suspendido sus viajes a las zonas afectadas, y se prevé mantener suspendidos estos servicios hasta el 31 de diciembre.
Por su parte, la Unión Europea anunció US$ 3 millones en ayuda inmediata El comisario para desarrollo, Louis Michel, adelantó que esta es una primera medida, y que se pondrán a disposición más recursos económicos y materiales, así como asistencia técnica, especialmente en le ámbito sanitario.
El peor tsunami registrado recientemente fue el 17 de julio de 1998, cuando tres olas gigantes sacudieron la costa norte de Papúa Nueva Guinea, matando a 2.500 personas.