Olimpiada Internacional del Alemán
5 de julio de 2012A Yaver de Azerbaiyán le corre el sudor por la frente. Faltan pocos minutos y tendrá que entregar su periódico mural. Todavía, las últimas palabras sobre el cartón verde, las últimas fotos.
El periódico mural es una de las disciplinas olímpicas en las que compiten los estudiantes de alemán en esta Olimpiada Internacional de Alemán (IDO). A lo largo de dos semanas, estudiantes entre 14 y 19 años se enfrentan en distintos campos y en diferentes niveles. Al final, hay un ganador por cada nivel y el premio principal es una beca de tres semanas para Alemania.
Yaver quiere ganar. En su cartel se lee un artículo que lleva el título “Impresiones de Fráncfort de un muchacha de 16 años”. Otros participantes se dedican a describir las diferencias entre su país natal y Alemania. La gastronomía, los automóviles, la arquitectura: cada uno se centra en un tema diferente.
Creatividad en marcha
Michalina, de Polonia, escribe acerca de los músicos de la calle; entrevistó a algunos en Fráncfort. Aunque está contenta con su cartel, se pregunta si es suficiente para ganar. La competencia es grande, son 100 jóvenes los que participamos en IDO; antes de llegar a Alemania, han concursado ya en su país de origen.
Después del cartel, los jóvenes tienen que demostrar su habilidad en un concurso de preguntas y respuestas; también se miden en una presentación oral. Un jurado los califica. La directora pedagógica, Julia Guess, explica a DW que no se trata sólo de competencias lingüísticas y creatividad. “Una Olimpiada implica competir y ser justo al hacerlo. Queremos que los muchachos consigan sus objetivos pero que, en el camino, colaboren los unos con los otros”.
Todo en alemán
Esta Olimpiada existe desde el 2008 y se ha convertido ya en la competencia internacional más importante del alemán como idioma extanjero. El Instituto Goethe y la Asociación Internacional de Maestros de Alemán la organizan. En cada edición, los estudiantes se encuentran en una ciudad diferente y todos se hospedan juntos en un albergue juvenil. Y se habla alemán.
“Nos importa también fomentar la capacidad intercultural de los jóvenes; que desarrollen la tolerancia y que aprendan a entenderse”, explica Bernd Schneider, director de IDO. Por ello, el programa rebasa las disciplinas olímpicas e incluye idas al teatro, al museo y a una discoteca.
Al parecer, el espíritu competitivo no está siempre en primer lugar. En cualquier caso, Yaver está entusiasmada con el encuentro: “Ganar no es lo más importante; es ya bastante divertido participar en esta olimpiada del alemán”.
Autora: Hanna Grimm/ Mirra Banchón
Editora: Cristina Papaleo