ONU denuncia injerencia extranjera en Libia
8 de julio de 2020El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció este miércoles (08.07.2020) la creciente intervención extranjera en Libia y pidió a las potencias apoyo para lograr un alto el fuego y una solución política.
"El tiempo no juega de nuestro lado en Libia", advirtió Guterres en la apertura de una reunión por videoconferencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a la que además de los miembros del órgano estaban invitados otros países involucrados o interesados en la situación en la nación norteafricana.
En la videoconferencia del Consejo de Seguridad, Guterres expresó preocupación por la reagrupación de las fuerzas militares en la ciudad de Sirte, a medio camino entre Trípoli (oeste) y Benghazi (este).
"El conflicto ha entrado en una nueva fase con una injerencia extranjera que alcanza niveles sin precedentes, incluida la entrega de equipos sofisticados y la cantidad de mercenarios involucrados en la lucha", dijo.
Las fuerzas del Gobierno de la Unión Nacional (GNA), con sede en Trípoli y reconocido por la ONU, "con un importante apoyo externo, continúan su avance hacia el este y ahora están a 25 km al oeste de Sirte", señaló. En el pasado, esas fuerzas intentaron tomar la ciudad dos veces, recordó Guterres. Con el apoyo de Turquía, el GNA se opone a las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, que controla amplias zonas en el este de Libia, respaldado por Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
Guterres se abstiene de señalar países
"Estamos muy preocupados por la alarmante concentración militar alrededor de la ciudad y el alto nivel de interferencia extranjera directa en el conflicto en violación del embargo de armas de la ONU, las resoluciones del Consejo de Seguridad y los compromisos de los Estados miembros asumidos en Berlín" en enero, insistió Guterres, sin señalar a ningún país en particular.
Libia lleva sumida en el caos y la guerra civil desde que en 2011 cayó la dictadura de Muamar al Gadafi y ahora mismo vive un cruento enfrentamiento entre fuerzas del Gobierno en Trípoli respaldado por Naciones Unidas y el Ejército de Liberación Nacional Libio, liderado por el mariscal Jalifa Hafter desde el este del país.
El mariscal cuenta con el apoyo económico, político y militar de Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Francia, Sudán y Rusia, mientras que Trípoli tiene el respaldo de Catar, Túnez, Italia y Turquía, que es su máximo valedor.
La ONU lleva varios meses tratando de lograr un alto el fuego entre las dos partes, una labor que Guterres aseguró que va a continuar, empezando por la posibilidad de establecer áreas desmilitarizadas en algunos puntos de gran tensión como la ciudad de Sirte, donde advirtió de la gran acumulación de fuerzas militares.
Guterres habló por teléfono en los últimos días tanto con Hafter como con el jefe del Gobierno de Trípoli, Fayez al Serraj, para animarlos a pactar un alto el fuego y avanzar por la vía política.
Este miércoles, el jefe de la ONU pidió a los miembros del Consejo de Seguridad, varios de los cuales están involucrados de una forma u otra en el conflicto, que apoyen las gestiones de la organización.
Mercenarios rusos y sirios
La presencia en Libia de mercenarios rusos y sirios (afiliados al régimen sirio del lado de los que luchan con las tropas de Haftar, y otros en las fuerzas de la GNA) se ha mencionado a menudo desde principios de año.
La última actividad militar al sur de Trípoli y la región de Tarhouna ha forzado a dejar el lugar a casi 30.000 personas, elevando el número de desplazados en Libia a más de 400.000, dijo el jefe de la ONU.
FEW (EFA, AFP)
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