ONU pide alto el fuego humanitario en Alepo
9 de agosto de 2016Dos millones de personas están sufriendo el asedio del gobierno sirio en Alepo, sin posibilidades de recibir ayuda humanitaria y sin suministro de agua ni electricidad, en uno de los peores episodios de la guerra civil en Siria, afirmó hoy (09.08.2016) la ONU.
"Pedimos una tregua humanitaria en los combates de Alepo para un acceso inmediato y que se puedan reparar las redes de agua y electricidad, así como llevar ayuda a las personas que lo necesitan", dijo el coordinador humanitario de la ONU para Siria, Yacoub El Hillo.
Hace unos días, las organizaciones humanitarias que operan en la zona comunicaron que inicialmente, unas 300.000 personas habían quedado atrapadas y con el suministro de víveres interrumpido en los barrios del este de la ciudad, controlados por distintos grupos rebeldes, después de que las fuerzas gubernamentales cerraran a inicios de julio la única vía de acceso que quedaba abierta.
Este fin de semana, sin embargo, la situación cambió. Los grupos rebeldes consiguieron bloquear la principal vía de acceso al oeste de la ciudad, dominado por el Ejército y las milicias que lo apoyan. Se calcula que allí hay actualmente más de 1,2 millones de personas.
Según la ONU, la población que se encuentra sitiada en el este y oeste de Alepo, más la que vive en su periferia, se eleva a dos millones que ahora "viven en el miedo de un asedio de facto".
Éxodo masivo
El portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, dijo en Ginebra que tras el cierre del camino hacia el oeste de Alepo se están registrando desplazamientos masivos de familias procedentes de esta área, y que se manejan cifras que van entre 25.000 y 35.000 personas en los últimos dos a tres días.
Recientes ataques han dañado gravemente numerosas infraestructuras de agua y electricidad en la ciudad, y el agua que se puede obtener de pozos y que hay en tanques no es suficiente para cubrir las necesidades de la población. UNICEF advirtió de los riesgos que corren sobre todo los niños. “Los cortes coinciden con la llegada de una ola de calor que pone a los niños en grave riesgo de contraer enfermedades”, alertó la organización para la infancia de Naciones Unidas.
La ONU considera que para reparar las instalaciones afectadas y suministrar alimentos y medicinas necesitaría al menos 48 horas de pausa en los combates, un gesto que pide se repita, al menos, una vez a la semana.
JC (EFE, Reuters)