Opinión: ¡A luchar contra la basura de plástico!
5 de junio de 2018La humanidad parece despertarse lentamente y reconocer el problema de la contaminación global por los desechos plásticos. Los plásticos fueron el tema del Día de la Tierra el 22 de abril y son también el foco del Día Mundial del Medio Ambiente de este año. La reciente muerte de una ballena con más de 80 bolsas de plástico en su estómago frente a la costa de Tailandia muestra la mala situación en la que se encuentra el medio ambiente. La muerte de la ballena fue lenta, al igual que la muerte de innumerables criaturas marinas por causa de nuestros hábitos como consumidores. Además, el problema es cualquier cosa menos nuevo.
Ya hace dos años, destacados científicos ambientalistas advirtieron que si continuamos al mismo ritmo, en el año 2050 podría haber más plástico que peces en los océanos del mundo. Para entonces, se estima que alrededor de 12 mil millones de toneladas de desperdicios de plástico estarán circulando en todo el mundo, el doble que hoy. Algunos países ya han aplicado contramedidas. Algunos países africanos han prohibido el uso de bolsas de plástico y la Unión Europea al menos está considerando prohibir el plástico desechable. Sin embargo, el mundo aún está lejos de una estrategia global. ¿Por qué?
Aumentar la conciencia, cambiar el comportamiento, ejercer presión
Solo se lograrán cambios sustanciales si se ejerce una presión pública y constante. Hace décadas se prohibió el uso del DDT, un pesticida altamente tóxico, solo después de que la gente se dio cuento del peligro que representaba y empezó a demandar la prohibición. Del mismo modo, muchos activistas de la sociedad civil de todo el mundo están presionando a los gobiernos para que hagan algo contra la contaminación global.
De todos los problemas medioambientales, la contaminación por residuos plásticos es quizás la más notoria: las botellas, las bolsas y todos los otros objetos de plástico son visibles y tangibles en todas partes del mundo. Esta omnipresencia de los desechos plásticos es precisamente una de las principales razones por las cuales el problema se encuentra ahora en el foco de interés. Ahora llegó la oportunidad de aprovechar ese interés. Pero eso depende de nosotros, de cada uno de nosotros.
Reconocer la peligrosidad del desperdicio de plástico es un primer paso. Pero tenemos que cambiar nuestra manera de vivir. Cada uno de nosotros tiene que reducir el uso de plástico desechable. Las empresas tienen que encontrar alternativas al embalaje de plástico y los gobiernos tienen que crear el marco legal para hacer estos cambios posibles. Y depende de cada uno de nosotros de ejercer presión sobre nuestros gobiernos. ¿Estamos dispuestos? ¿O preferimos seguir hundiéndonos en nuestros desechos plásticos?
Autora: Sonya Diehn (gg)