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Opinión: Corea del Sur necesita coraje para hacer cambios

10 de mayo de 2017

El izquierdista Moon Jae-in será presidente de los surcoreanos. En política exterior, su relación con Corea del Norte y Estados Unidos cambiará. En el plano interno, se deben iniciar reformas, opina Alexander Freund.

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Südkorea Präsidentschaftswahlen Moon Jae-in
Imagen: Reuters/Kim Hong-Ji

Al parecer todo va a mejorar, pero nada va a cambiar – este dilema sufre fundamentalmente Corea del Sur desde hace décadas: en el ámbito económico, político y, sobre todo, social. En lo económico, el bienestar de todo el país depende esencialmente todavía de las grandes empresas, que fortalecieron la industria exportadora surcoreana y que benefició a todos los sectores de la sociedad. Pero si se debilitan los denominados "chaebol" (los grandes conglomerados empresariales surcoreanos), como Samsung al producir teléfonos celulares peligrosos, entonces no solo la empresa se ve perjudicada, sino todo el país. Así de estrechos y siniestros son los nudos entre la economía y la política surcoreana. Algo que quedó muy claro con el escándalo de la destituida presidenta Park Geun-hye.

Pocas oportunidades para los jóvenes

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Alexander Freund.

Las recetas del milagro económico ya no funcionan: estas grandes empresas familiares ya no generan más puestos de trabajo y prosperidad para las masas. Y esto, en un país donde tener una profesión es de gran importancia para posicionarse en la sociedad; donde el empeño y el emprendimiento están en los genes y donde las personas trabajan diariamente más horas que en el resto del mundo. El izquierdista liberal Moon Jae-in quiere romper estos lazos entre las grandes empresas de poder y la élite gobernante. Pero se enfrentará a una fuerte resistencia y al miedo ante cambios radicales, especialmente en la población anciana.

La crisis coreana es, ante todo, una crisis generacional, porque los adultos mayores no han visto cumplidas las promesas. Ya nada se mueve en el país. Especialmente los jóvenes altamente cualificados y emprendedores quieren acceder a la cerrada estructura social en Corea del Sur: no cuentan con un trabajo fijo, ni seguridad, ni apartamento propio, ni pareja, ni hijos, ni futuro.

Conflicto generacional con Corea del Norte

La profunda diferencia entre jóvenes y adultos mayores se muestra también difícil respecto a la relación con el agresivo vecino del norte. Mientras que la generación que creció durante la guerra quiere mantener una política dura contra Pyongyang, muchos de los que nacieron después apuestan más por el diálogo. También  Moon Jae-in quiere buscar el diálogo con Pyongyang. Simplemente porque ha quedado claro que la política de sanciones de los últimos años no ha intimidado a Corea del Norte y que Pyongyang seguirá provocando, para fortalecer así su posición de negociación.

El ruido de sables desde Washington no contribuye de ninguna forma a calmar la situación. Ya que a pesar de las garantías y los antimisiles de defensa estadounidense el conflicto devastaría principalmente a Corea del Sur y destruiría lo hasta ahora logrado por muchas generaciones. La voluntad de diálogo de Moon y su búsqueda de tener mayor independencia de EE.UU., sin duda, es bien visto por Pyongyang y Pekín; en Washington y Japón, sin embargo, con gran preocupación.

En tiempos difíciles, la relativamente joven democracia surcoreana ha demostrado haberse fortalecido: las protestas masivas de hace 30 años pusieron fin a la dictadura y permitieron un nuevo comienzo democrático. Hace poco, las protestas masivas hicieron caer también a la presidenta Park.

Por amplia mayoría, los surcoreanos han elegido a un presidente que llegó al país como hijo de refugiados de Corea del Norte y que por protestar como abogado de derechos humanos contra la dictadura del padre de Park, Park Chung-hee, estuvo en prisión. Moon Jae-in tomará otro camino para desenredar los nudos de conflicto. Está por verse sí sus inseguros compatriotas están preparados. El potencial de Corea del Sur es enorme, pero se necesita coraje para hacer cambios.

Para aprender: aquí puede Usted puede leer la versión original de este editorial, en alemán. 

Autor: Alexander Freund (CT/EL)