Fisuras en Berlín
29 de agosto de 2016Dos entrevistas en dos canales de televisión distintos. Ambas el domingo por la noche. Primero, la canciller Angela Merkel en ARD, poco después, el vicecanciller, Sigmar Gabriel, a través de ZDF. Se tocaron los mismos temas, pero, como era de esperar, el lo predominante fue la crisis de refugiados. Y ambos dieron la impresión de que desde el comienzo de este reto, hace un año, no han hecho más que distanciarse.
Para Gabriel no es suficiente que Merkel diga "lo lograremos". Merkel no quiso discutir sobre "quién ha tenido más dudas". Otro pequeño roce que ambos políticos ofrecen al público, fortaleciendo la percepción de quienes están convencidos de que la coalición de CDU y SPD es un caótico cúmulo de enfrentamientos.
¿Entrevistas? ¡Campaña anticipada!
Poco antes de las elecciones en la región de Mecklenburgo-Pomerania Occidental (el 4 de septiembre), y en la ciudad de Berlín (18 de septiembre), la derecha, en particular Alternativa para Alemania (AfD), se alegrará de esta imagen de división. Aunque internamente, de hecho, este partido protesta está mucho más dividido que socialdemócratas y cristianodemócratas, sacará provecho. El 2017 probablemente crezca hasta entrar en el Parlamento. Merkel y Gabriel deben prepararse para una cámara con cinco o seis facciones. Incluso están reapareciendo los demócratas liberales del FDP.
Como sólo se tragan mutuamente con esfuerzo, el dúo dirigente Merkel-Gabriel cada vez se distancia más. Esto no es otra cosa que una campaña electoral anticipada en tiempos difíciles. Junto a la crisis de refugiados está también la de la Unión Europea, cuyas fuerzas centrífugas se han vigorizado aún más tras el referéndum del brexit. En una situación así, sería especialmente útil si al menos la élite política alemana mostrara unidad. Pero no parece que vaya a ser el caso.
Gabriel sobre el TTIP
A esto se suma otro problema: los acuerdos de libre comercio, largamente negociados pero aún no cerrados, con Canadá (CETA) y los Estados Unidos (TTIP). Merkel siempre los apoyó, Gabriel no está tan claro. Como ministro de Economía del principal país exportador europeo debía hacerlo, pero nunca mostró convencimiento. En su entrevista de verano con ZDF Gabriel aclaró su visión: "de hecho, ya fracasaron". Así todos saben a qué atenerse.
Si su anuncio es un mero cálculo electoral del partido o una convicción genuina es opinable. En un tema tan complicado y que desde un inicio ha tenido un déficit democrático y de transparencia tan grande, es de agradecer la afirmación de Gabriel. Para su relación con Merkel, sin embargo, supone un nuevo problema. Dado los escasos puntos de coincidencia entre ambos políticos, podría incluso romperla. Durante el último año de su coalición, la canciller y su segundo podrían todavía de alguna forma cambiar de opinión. Ambos dejan abierta la cuestión de si van a ser candidatos de sus respectivos partidos en 2017. Al menos en eso, están de acuerdo.
Para aprender: aquí puede Usted leer la versión original de este artículo en alemán.