Opinión: Interrail, el disfrute de la lentitud

¿Medio año cuidando ovejas y caballos en Nueva Zelanda? ¿Tres meses haciendo autostop por Vietnam, Camboya y Laos? ¿Un año de au-pair en Canadá, a cargo de las tareas domésticas? Para muchos de los que terminaban el instituto, estos eran los destinos predilectos en los últimos diez años, con el objetivo de pasar un tiempo oportuno fuera de la rutina alemana: vivir aventuras, conocer culturas extranjeras y aprender idiomas.

Pero no hace falta cruzar el mundo para sumergirse en experiencias emocionantes. ¿No es Europa el lugar perfecto para entrar en contacto con otras costumbres, probar platos extraordinarios y enriquecerse con un nuevo vocabulario? Por eso la iniciativa de la Unión Europea de pagar un billete de Interrail a 15.000 jóvenes de 18 años es un buen planteamiento.

La UE no era lo bastante exótica

El proyecto se llama "Descubrir la UE” (DiscoverEU) y es más que importante. En los últimos años, Europa no se ha presentado como un lugar suficientemente exótico para los jóvenes. Es verdad que los intercambios del programa Erasmus están en boga y miles de estudiantes se marchan por unos meses a estudiar a otra universidad, con la posibilidad de vivir una experiencia en el extranjero dentro de las fronteras de la Unión. Pero ello solo funciona para quienes realizan estudios superiores y dentro del marco académico.

Durante las vacaciones, la mayoría de veinteañeros y treintañeros  prefieren viajar a Brasil, Sudáfrica o Tailandia. ¿Y qué pasa con París, Barcelona o Atenas? Es fácil encontrar una conexión barata de un fin de semana para los destinos europeos. Pero son pocos los que tienen idea de las posibilidades, también baratas, de viajar por Europa en tren. A muchos el Interrail les suena a un recuerdo romántico de la juventud de sus padres.

Por otra parte, aunque algunos destinos favoritos puedan mantenerse a pesar del cambio generacional, también es cierto que cada vez son más los que se preocupan por la sostenibilidad y el medio ambiente. ¿Volar a Australia para un par de semanas de vacaciones? ¿Por qué no  hacer mejor un viaje por carretera a través de Francia, España y Portugal?, se preguntan cada vez más jóvenes europeos. Además de que los viajes en tren tienen una huella ecológica menor que la de los aviones, atravesar el continente sobre las vías ferroviarias tiene otras ventajas: en vez de ir apretado en el avión, el tren permite disfrutar la lentitud. Nos permite conocer los países más intensivamente. ¿Acaso es posible saber cómo cambian los paisajes de las grandes ciudades europeas aterrizando en los aeropuertos y visitando los monumentos más conocidos en apenas dos días?

Mejor pocos billetes que ninguno

Los billetes gratuitos de Interrail son pocos, en realidad solo un puñado de jóvenes de 18 años de cada país podrán disfrutar de esta oportunidad. Pero es un buen comienzo. La UE ha dejado la puerta abierta para que en la segunda mitad del año se concedan de nuevo estos tickets sin coste alguno. Originariamente se había pensado en dárselos a todos los jóvenes de 18 años de la Unión. Pero no hay suficiente dinero. Eso sí, está previsto que la partida aumente de los actuales 12 millones de euros hasta 700 millones entre 2021 y 2027. Esperemos a ver cuánto dinero dedica la UE a enseñar Europa a sus jóvenes adultos.

Desde el punto de vista de los políticos del club comunitario, estos tickets de Interrail gratuitos funcionan mejor que los ya establecidos programas de intercambio de estudios o prácticas, que a menudo están regidos solo por los objetivos académicos. En cambio, el Interrail está abierto a cualquiera. Y también su función como una vía de promoción de la diversidad europea: descubrir esta diversidad tiene sentido para todos los europeos, no solo para quienes inauguran su mayoría de edad.

Autora: Jennifer Wagner (EAL/DZC)

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