Opinión: La réplica de Merkel a AfD
8 de septiembre de 2016Finalmente la canciller nombró al partido que está polarizando Alemania en el último tiempo, y lo hizo abiertamente en un discurso en el Parlamento. Los cristianodemócratas ignoraron o rechazaron demasiado tiempo la corriente de la nueva derecha llamada AfD (Alternativa para Alemania), algo que también hizo Angela Merkel.
Pero las cosas tienen que llamarse por su nombre, todo lo demás es esconder la realidad y crea la impresión de que la elite política ha perdido el contacto con la ciudadanía. Al menos este es uno de los argumentos centrales de la AfD, con el que intenta ganar el favor del electorado.
Hasta aquí todo bien, pero ¿qué sigue ahora? Merkel quiere recuperar la confianza de los ciudadanos, que en este momento es lo más importante. Pero, ¿qué significa eso? Detrás no hay una confesión de haber hecho algo mal, sino más bien el no haber explicado claramente las reformas.
En consecuencia, la canciller usó su tradicional discurso en el debate general del Parlamento para enumerar las medidas que se necesita adoptar en la política de asilo e integración de los refugiados. En eso -de acuerdo- ha mejorado bastante. Hace dos años este asunto parecía un caos. Pero, por supuesto, queda mucho por hacer, tal como dice una de las frases favoritas de Merkel.
¡Atrévete a competir!
Recuperar la confianza también significa querer competir en la arena política (en una competencia que es cada vez más fuerte). Merkel lo dio a entender. Tomar las preocupaciones en serio y explicar los hechos son las dos caras de una misma moneda, dijo. Con esta máxima, el partido de Merkel, la CDU, puede finalmente salir de la defensiva y competir con una mirada abierta.
Pero eso también implica tirar por la borda la arriesgada mentira de que no hay alternativa política, que Merkel siempre propagaba. Recordemos que el comentario de Merkel contribuyó al bautizo de "Alternativa para Alemania".
Y también implicaría, en algún momento, incluir a la AfD en las responsabilidades de gobierno. Entretanto participan en ella varios que pertenecen a una clase media a la que antaño le iba mejor. No se debe permitir que la AfD siga para siempre en el papel de víctima. El arte de gobernar es siempre más difícil que la consigna populista.
No es sólo cuestión de palabras
Como es sabido, la confianza tiene un problema: no se recupera tan fácilmente. Se necesita tiempo y buena política. Merkel apela a los partidos en el Parlamento (Bundestag) para que moderen su discurso y no contribuyan a la escalada en la confrontación verbal, porque en ese terreno lo han mejor los otros (la AfD). Sin embargo, esto tiene un gusto a demasiada corrección política.
Pero Merkel sabrá sacar partido de esto. Para bien o para mal, tendrá suficientes oportunidades de hacerlo, pues todavía quedan algunas elecciones regionales antes de la elección del Parlamento Federal en septiembre de 2017, en las que seguramente la AfD sabrá copar también los titulares.