Gracias, Hillary Clinton
5 de junio de 2016No hay que ser fanático de Hillary Clinton para encontrar que lo que hizo la semana pasada en su discurso sobre política de seguridad y relaciones exteriores en California estuvo muy bien. Clinton expuso, punto por punto, la peligrosa mezcla de diatribas, mentiras e insultos que Donald Trump ha querido vender como una política exterior coherente.
Y lo que es más importante: en las mentiras repetidas de Trump, su ignorancia galopante y su peligrosa arrogancia en casi todos los temas internacionales, se ha puesto en evidencia de forma patente por qué Trump no está capacitado para ser presidente ni comandante de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Nada nuevo
Por cierto, no había nada nuevo en lo que dijo Clinton sobre la visión del mundo que tiene Trump. Sus peligrosas posturas ante temas de importancia global como la inmigración, el terrorismo, el islam, la OTAN, la proliferación de las armas nucleares y Rusia han sido ya documentadas y criticadas por muchos expertos en Estados Unidos y otras latitudes. Por ello no es difícil, en realidad, refutar la idoneidad de Trump para tan alta responsabilidad. Una mirada a su carrera y su comportamiento debiera bastar.
Por desgracia, todos sus rivales republicanos fueron, por diversas razones, incapaces de ofrecer una competencia seria a la arremetida de Trump hasta que ya fue demasiado tarde. La mejor prueba de lo mal que está el Partido Republicano se produjo durante el discurso de Clinton, cuando se supo que ahora el portavoz de ese partido en el Parlamento, Paul Ryan, apoyará al empresario. Ryan se había manifestado en numerosas ocasiones, y durante mucho tiempo, como un crítico de Trump, e incluso fue muchas veces citado como una eventual alternativa de última hora de los republicanos de cara a la carrera por la presidencia.
Ahora que la toma de poder de Trump dentro de los conservadores ha concluido, Clinton está llamada a poner en evidencia la visión autoritaria que ofrece el multimillonario a Estados Unidos. La visión de Trump del futuro de su país no es solo peligrosa para Estados Unidos, sino también un enorme riesgo para todo el planeta.
El valor de Clinton
El discurso de Clinton en California fue su primer intento serio de plantar cara a Trump. No fue un discurso sobre medidas políticas concretas o para exhibir nuevas estrategias. Tampoco fue una gran exposición. Fue una alocución de campaña con el claro objetivo de enfrentar a Trump. Lo hizo con mucho retraso. Y como pueden testificar los rivales republicanos del empresario, se necesita −en la política, como en el patio de la escuela− coraje para parar a los matones. Hillary Clinton merece respeto por haberlo hecho de forma convincente. No será la última vez.
Para aprender: acá puede encontrar la versión en alemán de este artículo