Opinión: Jugada maestra de Erdogan
15 de mayo de 2018No sabemos qué pensó el periodista Deniz Yücel cuando vio las fotos de los sonrientes Mesut Özil e Ilkay Gündogan junto a Recep Tayyip Erdogan. Seguramente se le vinieron a la memoria los doce meses de prisión preventiva que debió padecer en la Turquía de Erdogan, donde lo acusaron de supuesta propaganda terrorista. También el activista de derechos humanos Peter Steudtner debió recordar el mes que vivió en la cárcel por presuntamente apoyar a una organización terrorista cuando leyó la dedicatoria personal que Gündogan escribió en la camiseta de su equipo, el Manchester City, para Erdogan: "Para mi venerado presidente, con afecto".
Trampa propagandística
Özil y Gündogan, ambos nacidos y criados en Gelsenkirchen (cuenca del Ruhr), quedaron con o sin querer atrapados de forma insulsa en el juego de Erdogan. Gündogan se defendió argumentando que lo suyo había sido un gesto de cortesía. Como sea, el AKP, el partido del presidente, colgó rápidamente las fotos de los "futbolistas turcos de la Premier League” en las redes sociales. Un pase certero y en profundidad para Erdogan de cara a las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales en Turquía.
Una jugada que también les sirve a todos aquellos que en Alemania siempre han criticado al mediocampista Mesut Özil, porque en sus hasta ahora 89 partidos vistiendo la camiseta alemana se ha negado a cantar el himno nacional, y ahora exigen que ambos jugadores queden fuera de la selección de fútbol que disputará el Mundial de Rusia 2018. Debido a estas fotos sacadas en Londres, el debate sobre la integración en Alemania cobra nueva vida y otra vez la doble nacionalidad queda bajo fuego cruzado. Para tener presente: Özil tiene solo el pasaporte alemán, mientras que Gündogan posee tanto el turco como el germano.
Erdogan, un zorro de la táctica política, puede ahora sentarse y disfrutar de los beneficios de todo esto. Su golpe propagandístico ha surtido efecto: después del apoyo de Özil y Gündogan en su campaña electoral, puede mirar con calma las reacciones de la Asociación Alemana de Fútbol (DFB). No tiene cómo perder: si ambos jugadores quedan fuera del equipo que disputará la Copa del Mundo, Erdogan podría sacar enorme provecho electoral de ello. En tal caso, no necesitaría preocuparse más de los electores turcos en Alemania. Serían votos seguros para él.
No basta con las críticas
El presidente de la Asociación Alemana de Fútbol, Reinhard Grindel, quien hace años lucha por la integración, la tolerancia y el respeto, ya ha criticado con firmeza lo sucedido. Pero con eso no basta. Si habla en serio, tanto Özil como Gündogan deberían ser amonestados con una tarjeta rosada, casi roja. Sacarlos del equipo sería un exceso, pero no así exigirles con claridad que se atengan a los principios y a los valores de la Asociación. Mesut Özil e Ilkay Gündogan harían bien en invitar a Deniz Yücel a un entrenamiento antes del Mundial, y regalarle una camiseta de la selección alemana. Ojalá con la dedicatoria "Por la libertad de prensa".
Autor: Oliver Pieper (DZC/ERS)
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