Opinión: No lo lograremos
30 de agosto de 2016No lo lograremos, porque no sabemos qué es lo que queremos lograr. ¿Queremos solo preocuparnos de los refugiados o además integrarlos?
Porque no sabemos cuándo podremos decir “lo logramos”. Después de más de 25 años de reunificación, muchos alemanes dicen que aún no estamos realmente unidos.
Porque entendemos el desafío solo como algo técnico en vez de cultural, esto es, deberíamos aprender a aceptar la diferencia. En lugar de eso, creemos que los refugiados solucionarán nuestro problema demográfico.
Hacemos refugiados de inmigrantes
No lo lograremos, porque no entendemos que los inmigrantes son, en promedio, más conservadores y religiosos que nuestra sociedad moderna.
Porque ni siquiera nos imaginamos los esfuerzos que son necesarios para hacer que personas que vienen de otra cultura se sientan en casa.
Porque si bien tenemos una hermosa palabra como patria, los inmigrantes raramente tienen la sensación de que ésta también podría ser su patria, lingüística, cultural y políticamente.
Porque no somos un país de inmigrantes, es decir, no enfrentamos de forma racional, sino de forma emocional, a las personas que vienen hasta acá.
Y porque nosotros no escogemos a los inmigrantes, sino solo los aceptamos.
Porque tenemos una relación resquebrajada con nuestra propia nación y por ello no tenemos una imagen positiva de nosotros mismos. Dicho de otra forma: no tenemos una cultura rectora, porque tenemos una patria desgarrada.
Porque a pesar de todos los discursos, no estamos preparados para vivir en ese país colorido y variado que nuestro presidente describe a veces con tanto entusiasmo.
Porque la integración será una tarea de tres generaciones y no debemos cerrar los ojos ante ese desafío.
Porque muchos inmigrantes de Siria o Afganistán no lo lograrán, pues no están acostumbrados a un país con alto desarrollo industrial, sus necesidades y sus ritmos.
Porque muchos inmigrantes no pueden ni saben acostumbrarse a nuestras normas.
Porque “lo lograremos” es, en el mejor de los casos, una frase que significa “soy optimista”.
Porque el optimismo no pertenece a las características de los alemanes, sino más bien el llamado “miedo alemán”.
Y porque un día diremos “lo logramos”, aun cuando no lo hayamos hecho.