Opinión: Otra votación sobre el “brexit”
18 de abril de 2017Que después nadie diga que los británicos no pudieron elegir. Las elecciones parlamentarias adelantadas en Gran Bretaña no son otra cosa que un segundo referendo sobre el "brexit”. Se trata de una posibilidad histórica de rectificar la primera votación. Todavía no ha sucedido nada, Gran Bretaña continúa siendo miembro pleno de la Unión Europea (UE) y solo envió un trozo de papel a Bruselas. Pero, una cosa está ya clara: esta vez, nadie puede decir después: "no sabía qué significa abandonar la Unión Europea” o "no quería que el Reino Unido se disolviera y Escocia nos abandonara”.
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Primero votar, luego pensar: eso debe pertenecer al pasado. "¿Qué es la UE?”: cientos de miles de británicos buscaron una respuesta a esa pregunta en Google después del referendo. Por favor, no otra vez. También las mentiras de los seguidores del "brexit” han salido a luz. Nadie habla ya de miles de millones que serán destinados al sistema de salud británico en lugar de ir para Bruselas.
Pero, ¿fue eso lo que Theresa May tuvo en mente cuando se decidió por llamar a elecciones anticipadas? Seguramente, no. Simplemente aprovecha la oportunidad de que lidera actualmente las encuestas. Cuando comiencen las negociaciones con la UE, la "dama de hierro II” deberá hacer compromisos… que podrían costarle votos. May espera que las elecciones le signifiquen un mandato robusto, con el que en 2020 nadie le pregunte por qué Gran Bretaña sigue transfiriendo dinero a Bruselas.
Pues, eso es exactamente lo que sucederá. Las elecciones parlamentarias demorarán las negociaciones del "brexit”, pero no traerán un "exit” del "brexit”. Para ello, el 48,1 por ciento de los británicos que fueron a votar en contra del "brexit” más los que no fueron a votar, pero estaban contra el "brexit”, deberían apoyar a un partido con una clara posición anti "brexit”. El pequeño Partido Liberal está de parabienes. Fue el único que en el referéndum se posicionó ciento por ciento contra la salida de Gran Bretaña de la UE. Seguramente obtendrá un par de votos más. Los laboristas, por el contrario, se hallan sumidos en una profunda crisis y, durante la campaña para el referéndum, no defendieron unívocamente que Gran Bretaña debía permanecer en la UE. Es improbable que ahora el Partido Laborista se transforme en un foro del "remain”.
No obstante, si May cree realmente que con una victoria electoral puede fortalecer su posición negociadora en Bruselas, ha hecho un mal cálculo. La amenaza de un "brexit duro”, que necesita imperiosamente para negociar inflexiblemente, no podrá prácticamente mantenerla en pie después de las elecciones.
Los europeos pueden reclinarse y observar tranquilamente qué hace la lucha electoral con el "brexit”. Pues, un efecto tuvo ya el "brexit” en la UE: en los 27 países restantes crece la conciencia acerca de los beneficios de Europa. Con ello aumenta también la disposición a negociar duramente. Bruselas no repartirá regalos, menos durante la lucha electoral. Recurrirá a claras palabras y sobrios datos si es que se la vuelve a criticar despiadadamente. Esta vez, nadie deberá aceptar que le digan que la UE enmudeció cuando el futuro común rodaba cuesta abajo.