Opinión: Putin seguirá usando el gas como arma
21 de julio de 2022Tras diez días de mantenimiento, este jueves (21.07.2022) Rusia reanudó el suministro de gas a través de Nord Stream, aunque solo con capacidad reducida. En la Unión Europea, sobre todo en Alemania, este anuncio causó un gran alivio. Y es que en la mayor economía de la UE se temía que Rusia podría inventar un pretexto para cerrar por completo esta ruta de transporte de gas natural tan importante.
Putin seguirá usando el gas como arma
Vladímir Putin seguirá usando el gas como un arma poderosa.Si hubiese ordenado suspender por completo el suministro a través del gasoducto Nord Stream, finalmente hubiera "quemado las naves".
Hoy día, hasta los alemanes más ingenuos parecen haber entendido que, en la Rusia actual, sobre todo ahora en la guerra contra Ucrania y la confrontación total con Occidente, el presidente ruso toma estas decisiones geoestratégicas.
En ese caso, la UE hubiese tenido que declarar el máximo nivel de alerta y comenzar a implementar los planes para asegurar el suministro de gas en casos de emergencia. Como consecuencia, el mismo Kremlin y no la UE hubiese impuesto un embargo al gas ruso.
Después de eso, sería difícil para Rusia reanudar en algún momento el suministro, ya que esto podría ser interpretado como una señal de debilidad o una especie de concesión frente a Occidente, o incluso como la confesión de que, sin sus clientes europeos, Gazprom no es capaz de deshacerse en ningún otro lado de las inmensas cantidades de gas que extrae.
De esta forma, la estatal rusa podrá seguir generando divisas, lo cual es importante para una potencia en materias primas como Rusia. Y más porque en tres semanas el carbón ruso desaparecerá por completo del mercado europeo, como consecuencia de las sanciones comunitarias. El petróleo ruso desaparecerá hasta finales del año.
No obstante, en la actual situación, otro aspecto parece ser mucho más importante para el Kremlin: al reanudar el suministro de gas a través de Nord Stream, Moscú sigue teniendo la posibilidad de aterrorizar a los europeos y amenazarlos con cerrar el grifo.
Gazprom podrá seguir chantajeando
Aduciendo fallas técnicas y el mantenimiento de las turbinas, Gazprom podrá reducir nuevamente el suministro, así como sucedió a mediados de junio poco antes de que los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Francia, Italia y Rumania visitaran Kiev para interceder a favor de una adhesión de Ucrania a la UE.
En esta situación tan humillante, a la UE, sobre todo a Alemania, el principal culpable de la actual dependencia de los europeos del gas ruso, no les quedará de otra que aguantarse. Aguantarse, a fin de ganar tiempo, el tiempo necesario para llenar los almacenes europeos con la mayor cantidad de gas posible antes del invierno.
Dependencia de Rusia se reducirá en 2023
Actualmente, en promedio, los depósitos de la UE están llenos en un 65 por ciento, lo cual es muy bueno. De esta forma, la meta de alcanzar entre un 80 y un 90 por ciento dentro de tres meses y medio se vuelve realista. De hecho, Polonia, Suecia y Dinamarca ya han alcanzado esta meta, mientras que la República Checa, España y Francia se acercan a ella. En Alemania, están llenos en un 65 por ciento.
Si los almacenes se llegan a llenar completamente, existirá la posibilidad de reducir los precios exorbitantes del gas. Sin embargo, para los europeos una cosa es más importante: evitar una falta de energía en los próximos meses de invierno, que los obligaría a limitar o incluso suspender el suministro de gas a empresas industriales. Sin su funcionamiento, otros sectores podrían llegar a paralizarse, llevando el país a una recesión.
El próximo invierno es crucial. Ya en 2023 todo será mejor porque habrá aumentado el suministro de gas a través de gasoductos de otros países, se habrán inaugurado nuevas terminales de gas natural licuado y las medidas de ahorro de energía habrán empezado a surtir efecto. El gobierno alemán calcula que en el verano de 2024 se habrá independizado del gas ruso.
La tarea más importante
De momento, esta dependencia sigue siendo muy alta, por lo que la UE en su totalidad sigue siendo vulnerable a nivel económico y político. Esto reduce la facultad del bloque comunitario de ayudar a Ucrania. De ahí que ahora la tarea principal de la UE sea llenar los almacenes de gas lo antes posible. Para alcanzar esta meta, debemos seguirle el juego a Putin.
Hagámosle creer que los europeos están a su merced y que es posible revivir el proyecto del gasoducto Nord Stream 2. ¡Qué se alegre de ello! Y si insiste en que Canadá le devuelva la turbina Siemens para reparar el gasoducto, ¡devuélvansela! Debemos ser pragmáticos, ganar tiempo. En la guerra del gas, al igual que en una guerra en el campo de batalla, debemos abandonar temporalmente una posición a fin de poder seguir luchando.
Mientras Putin juega sus juegos del gas y asegura en la televisión rusa que todo marcha según lo previsto, los países de la UE seguirán llenando sus almacenes. Desde este punto de vista, la reanudación del suministro de gas a través de Nord Stream es una importante victoria parcial para los europeos. Han ganado tiempo y un poco de gas.
(vt/ers)