Opinión: un crimen con consecuencias políticas
30 de diciembre de 2017Los padres de la víctima no hallan consuelo. En el tranquilo pueblo de Kandel, en el estado federado de Renania-Palatinado, ocurrió un terrible crimen. "Lo acogimos como si fuera un hijo", dijo el padre de la víctima sobre el supuesto asesino de su única hija. La joven fue acuchillada por su exnovio, un refugiado proveniente de Afganistán.
El acusado dice tener 15 años de edad, los mismos de su víctima. Pero en declaraciones a medios alemanes, el padre de la joven ha dicho que no le cree y que espera que la investigación del asesinato revele la verdadera edad del sospechoso. Este dato será crucial, ya que determinará si en términos legales el joven afgano debe ser juzgado como adulto o como menor de edad.
La relevancia del origen del sospechoso
El gran sufrimiento provocado por la pérdida de su hija explica que los padres quieran la máxima condena para el presunto asesino. La joven se había enamorado de él, pero cuando la relación llegó a su fin, los celos del joven afgano se volvieron incontrolables y derivaron en un homicidio.
Por ello, las autoridades han calificado el asesinato como un "crimen pasional". Sin embargo, si hay otras razones detrás de esta tragedia, estas deben ser investigadas. En esa lógica, los orígenes del presunto asesino se deben considerar al momento de debatir el caso.
No obstante, debemos tener cuidado con el tono y el contexto. En una señal positiva, el alcalde de Kandel, Volker Poss, emitió una advertencia a la comunidad de no caer en la xenofobia tras lo ocurrido.
Las sospechas no son hechos
Poss señaló que la policía ya estaba al tanto del conflicto antes de la trágica muerte de la joven alemana. Los padres habían denunciado al sospechoso ante las autoridades por difamación, acoso y amenazas. Incluso el mismo día del hecho, las autoridades habían citado al joven afgano para hablar con él.
¿Pudo haber prevenido la policía el lamentable incidente? ¿Cuál era la alternativa? ¿Se debía arrestar al joven por la sospecha de que podría cometer un crimen? ¿A un joven sin antecedentes de terrorismo?
De manera predecible, las reacciones sobre el caso en las redes sociales han sido negativas. Pero algunos políticos, como el portavoz de relaciones interiores de los socialdemócratas, Burkhard Lischka, han abogado por no dejarse llevar por la xenofobia. Sin embargo, Lischka también sugirió que el presunto asesino debe ser deportado.
Esto es viable dentro del marco de la legislación alemana e internacional, como insiste Lischka, pero no devolverá la vida a la joven víctima y tampoco podrá prevenir un crimen como este en el futuro.
Debate: sí. Discriminación: no
El sociólogo Dominic Kudlacek, quien ejerce en el Instituto de Estudios de Criminología de Baja Sajonia, indicó que "la criminalidad no está relacionada al pasaporte del individuo", sino a una serie de otros factores. Esto, que es evidente, no facilitará en modo alguno un debate ponderado.
Es por eso que la trágica muerte de la joven en Kandel será parte importante en las negociaciones de gran coalición entre conservadores de la CDU y los socialdemócratas (SPD) cuando les toque hablar del complejo tema de los refugiados.
Muchos políticos seguirán a Burkhard Lischka y otros muchos probablemente no. Si expresan sus opiniones de manera objetiva y responsable, será lo mejor para la sociedad. Cualquier otro tipo de tono podría agravar innecesariamente la situación.
Marcel Fürstenau (JCG/DZC)