OSDH: 60.000 personas murieron en cárceles sirias desde 2011
7 de febrero de 2017Este recuento ha sido posible gracias a la información proporcionada por fuentes dentro de los aparatos de seguridad, entre los que figuran los cuerpos de la Inteligencia Aérea y la Seguridad de Estado (servicios secretos), además de la prisión militar de Saidnaya, según explicó Rami Abderrahman, director de esta ONG, a la agencia española de noticias Efe.
Abderrahman destacó que su organización ha logrado confirmar los nombres de 14.661 fallecidos a través de sus familias. En algunos casos, las autoridades entregaron los cadáveres de los detenidos a sus parientes. En otros, los familiares recibieron solo un certificado de defunción de sus allegados, precisó. Algunas familias se enteraron cuando las autoridades les llamaron para que firmaran una declaración de que sus seres queridos habían sido asesinados por grupos armados opositores.
AI: 13.000 ahorcamientos entre 2011 y 2015
La organización Amnistía Internacional (AI) denunció, en un informe publicado este martes (7.02.2017), que el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad ha desarrollado de forma extrajudicial una "monstruosa campaña" de atrocidades en la cárcel secreta de Saidnaya, cerca de Damasco. Según este reporte, al menos 13.000 personas, la mayoría civiles que se cree que eran opositores, habrían perecido víctimas de ahorcamientos colectivos.
Esta ONG reveló que entre 2011 y 2015 grupos de unos 50 reclusos eran ahorcados por tandas una o dos veces por semana en mitad de la noche y en secreto en ese centro penitenciario, una práctica que es posible que continúe en vigor. El informe, titulado "Matadero humano: Ahorcamientos masivos y exterminio en la prisión de Saydnaya", está basado en el testimonio de 84 testigos, entre ellos exreos, antiguos guardias, abogados y jueces.
"Exigimos a las autoridades sirias el cese inmediato de las ejecuciones extrajudiciales, la tortura y el trato inhumano en la prisión de Saydnaya y en las otras cárceles en toda Siria", dijo Lynn Maalouf, vicedirectora de investigación de la oficina regional de AI en Beirut. Las negociaciones de paz que se celebrarán en breve en Ginebra, Suiza, "no pueden ignorar estos descubrimientos", añadió Maalouf: "Rusia e Irán, los más estrechos aliados del Gobierno, deben presionar para que acaben estas prácticas criminales de detención", "diseñadas para destruir cualquier forma de oposición entre la población siria".
Oposición: no es una sorpresa
El dirigente opositor sirio Hisham Marwa aseguró que el informe no es una sorpresa: "Hemos presentado reportes similares sobre esa prisión y otras a todos los grupos de derechos humanos y a la ONU", dijo Marwa, miembro de la delegación que negoció en la cumbre celebrada el mes pasado en Kazajstán.
"Casi todos los prisioneros de Saydnaya son presos políticos y la mayoría eran manifestantes pacíficos. La llaman la cárcel roja, a la que la gente es llevada solamente para ser ejecutada o golpeada hasta la muerte. Nadie entra a la llamada cárcel roja y vuelve a salir", añadió.
"Este informe tiene que reiterar lo que venimos diciendo en los últimos cinco años: que este régimen es un régimen criminal. Miles de personas han sido ejecutadas en las prisiones sin juicio previo y la mayoría fueron capturadas de forma aleatoria", indicó el jefe de la oficina de prensa de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmed Ramadan.
ONU: fracaso de la ayuda humanitaria
Entretanto, la ONU denunció también el fracaso en el aprovisionamiento de ayuda humanitaria en Siria durante este mes de enero, en el que sólo consiguió hacer entrar un convoy con asistencia para 40.000 civiles, en lugar de poder hacer efectivas las veintiún autorizaciones que pidió al gobierno con este fin.
Hay áreas, como las localidades de Madaya, Zabadani, Foa y Kefraya, que se han quedado sin alimentos y registran casos de enfermos críticos que requieren atención inmediata pero no han podido ser evacuados. Estas áreas "no han recibido ayuda por más de cien días", declaró la portavoz de la Oficina del enviado especial de la ONU para Siria, Yara Sharif.
Sharif precisó que la imposibilidad de aportar ayuda esencial durante enero se debió nuevamente a los procedimientos burocráticos que crean obstáculos para la obtención de los permisos oficiales necesarios. La segunda razón tiene que ver con que las zonas donde se encuentra la población necesitada se encuentra bajo el control del grupo yihadista Estado Islámico (EI), agregó.
La ONU estima que a pesar de la disminución de la violencia en Siria, donde rige un cese de las hostilidades, sigue habiendo 4,7 millones de personas que viven en áreas a las que el acceso humanitario es muy difícil y otras 600.000 que continúan sitiadas.
RML (efe, dpa)