Pakistán: protestas contra el gobierno dejan cientos de heridos
31 de agosto de 2014
Las protestas en Pakistán contra el gobierno del primer ministro Nawaz Sharif han aumentado su violencia, como lo demuestra la información conocida este domingo (31.08.2014) luego de que duros choques entre manifestantes y la policía ocurridos la noche del sábado y la mañana de hoy dejaran al menos tres muertos y 450 heridos en la capital, donde cientos de personas intentaron avanzar a la residencia de Sharif.
Los manifestantes son encabezados por el político opositor Imran Khan y el predicador Tahirul Qadri. Contra ellos, la policía empleó balas de goma y gases lacrimógenos, en un intento por dispersar a la multitud, estimada en unas 8.000 personas. Las causas de muerte de las víctimas fatales registradas hasta el momento se desconocen, pero las autoridades han informado que los heridos son tanto de la policía como de los opositores.
Los seguidores de la oposición acusan a Sharif de haber cometido fraude en las elecciones parlamentarias celebradas el año pasado y llevan ya dos semanas exigiendo su renuncia, al tiempo que han rodeado el distrito gubernamental de Islamabad. El gobierno, por su parte, ha asegurado que el primer ministro no dimitirá solo porque “unos pocos miles se opongan a la decisión (tomada en las urnas) por millones de personas”.
Radicalización de los líderes
Los enfrentamientos de las últimas horas son los más duros que se han registrado en la ciudad, y responden a la radicalización que han adoptado los principales líderes del movimiento opositor. El exjugador de críquet Imran Khan, líder del Pakistán Tehreek-e-Insaf, impulsó a los manifestantes a avanzar a la casa del primer ministro señalando que “he tomado una decisión: el resultado de esto será la libertad o la muerte”.
Aunque tanto el clérigo Qadri, del Pakistán Awami Tehreek (PAT), como Khan pidieron a sus seguidores que avanzaran “pacíficamente” hacia la residencia de Sharif, pronto respondieron con piedras a la acción policial. Khan y Qadri pretenden aprovechar el descontento por la crisis energética, el aumento de los ataques insurgentes y la mala situación de la economía para forzar la dimisión del primer ministro, que obtuvo la mayoría absoluta en los comicios de 2013.
DZC (dpa, EFE, Europa Press)