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Palomas disecadas para Tarantino

31 de julio de 2010

A pesar de un crecimiento en la utilización de efectos especiales y la tecnología de 3D, la manufactura alemana de animales disecados goza de buen nombre entre las producciones de Hollywood.

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Dos palomas disecadas del taller del alemán Ingo Kopmann fueron urilizadas en el filme "Inglorious Basterdes" de Tarantino.Imagen: picture-alliance / © Evolve/Photoshot

Desde hace más de 30 años, Ingo Kopmann diseca toda clase de animales para televisión y cine. Con movimientos ligeros abre el cuerpo sin vida de un ganso. Extrae musculatura, sesos, ojos y lengua. Con una rutina minuciosa dispone todo el interior del ave en un recipiente. Para esto no utiliza guantes de plástico ni quirúrgicos. "No me parece un trabajo asqueroso. Es carne fresca, el animal no estaba enfermo o algo parecido", dice Kopmann. Su colaborador, Dirk Stoewe, está de acuerdo. "Existen pocas personas que se laven las manos más a menudo que nosotros", añade.

Los animales disecados no apestan

Ingo Kopmann Berliner Präparationswerkstatt Flash-Galerie
Ingo Kopmann y Dirk Stoewe en su taller de animales disecados en Berlín.Imagen: DW/Wojcik

Desde que tiene 10 años de edad, Ingo Kopmann diseca animales. De niño encontró una vez un ave muerta, le cortó un ala y se la llevó a la casa. Sin embargo, con los días comenzó a apestar. Para eliminar los malos olores, aprendió empíricamente el oficio de la disección. Y lo aprendió tan profesionalmente, que ha sido premiado en el "Campeonato europeo de disecadores de animales" varias veces con el segundo y tercer lugar.

Su talento también fue reconocido por el sector cinematográfico a comienzos de los años 80. "Uno de mis primeros trabajos fue la decoración de un bar de un puerto en la película 'Querelle' de Rainer Werner Fassbinder. De alguna forma me hice un nombre entre los escenógrafos, y desde entonces requieren mis servicios", dice Kopmann.

Palomas que explotan para Quentin Tarantino

A diferencia de los animales domésticos, el trabajo de disección requerido por la industria cinematográfica implica muchos más trucos. Debido a que los animales tienen que parecer vivos, es necesario dotarlos con mecanismos, como hocicos de perros que puedan morder, ojos de gatos que se muevan, o ciervos en su último aliento luego de ser atropellados.

A veces, Hollywood también llama a la puerta del taller de Kopmann. El cliente más reciente fue Quentin Tarantino, quien le encargó para su película "Inglorious Basterds" unas palomas blancas. "Les iban a disparar en el filme. Por lo que a cada una le introduje una carga explosiva para que explotaran en el aire, y pareciera como si les hubieran dado en el blanco".

Ingo Kopmann Berliner Präparationswerkstatt Flash-Galerie
El animal disecado más económico tiene un valor de 250 euros en el taller de Ingo Kopmann.Imagen: DW/Wojcik

Algunas de las figuras de Kopmann se pueden apreciar en otras producciones estadounidenses, como un tigre en "V de Vendetta" y un gato en "James Bond". Al disecador de animales de Berlín le gusta negociar con Hollywood. "Ellos tienen más dinero, y así pueden calcular los gastos más ligeramente. Cuando requieren un animal para una película encargan de una vez varias pruebas. En 'Inglorious Basterds' se vieron solamente dos palomas, pero el ordenó y pagó ocho", comenta.

Especímenes exóticos en la heladera

A diferencia de las producciones estadounidenses, en las alemanas son menos coordinados en la planeación, asegura Kopmann. "A ellos se les ocurre por lo general a la mitad del rodaje que necesitan uno o varios animales disecados, que no son nada especiales, como un gato persa con manchas, por ejemplo", dice irónico el berlinés.

"Entonces tenemos que buscar un especimen en la heladera", dice Kopmann, y de las cuales posee diez llenas de animales en sacos de plástico, que fueron regalados o comprados en zoológicos o a cazadores. Allí esperan micos, lobos o linces la oportunidad de volver al mundo de los vivos.

Kopmann asegura que la técnica digital no es competencia para él. El número de pedidos ha sido estable en los últimos años, quizá por sus precios moderados: el animal disecado más económico tiene un valor de 250 euros. Su empleo no le parece mórbido. Debido a que le gustan tanto los animales, pasa la mayor parte del tiempo con ellos. "Los preferiría vivos, pero no los puedo revivir, sino ya sería millonario", sostiene.

Autora: Nadine Wojcik / Cristina Mendoza Weber

Editor: Enrique López