París-La Habana: intereses compartidos
9 de mayo de 2015Hollande viaja a Cuba para impulsar un diálogo en relación con el comercio, las inversiones y la cooperación. Ahora bien, el comercio bilateral asciende a solo unos 200 millones de euros. ¿Cuán importante es Cuba para Francia y por qué?
Cuba no es un gran mercado, como, por ejemplo Brasil. No obstante, Francia tiene un gran interés. Cuba posee una importante infraestructura turística. Además, Francia desarrolla actividades en el sector del ron. A ello se agrega el simbolismo político de tener relaciones bilaterales normales. Solo el turismo y la proximidad a Estados Unidos, desde donde pueden venir visitantes con mucho dinero, conforma una interesante y realista posibilidad. Que por ello no va a cambiar el mundo para Francia, eso está claro.
Francia “desea acompañar a Cuba en la adaptación de su modelo económico”, dijo Matthias Fekl, secretario de Estado francés de Comercio Exterior y Turismo recientemente. ¿Cómo ve el desarrollo próximo de la economía cubana? ¿Adoptará el modelo chino?
El proceso es lento, más lento que el de China, pero va paso a paso en dirección a una mayor apertura. Cuán lejos va a ir y cuán armónicamente se desarrollará aún no se sabe. Pero sí está claro que se va hacia una apertura. Al mismo tiempo también está claro que el Gobierno no va a permitir dudas en cuanto al monopolio de poder del Estado. En todo caso, el horizonte está abierto.
El Gobierno cubano tiene aparentemente más desconfianza que el chino. Da la impresión que no quiere ir tan lejos como Pekín…
Es comprensible que tenga más desconfianza. Si se tiene una población de 1.000 millones de habitantes puede hacerse política económica de otra forma que si se tiene apenas 11 millones de habitantes y se está frente a las costas de la Florida. No obstante, en los últimos seis meses ha sucedido más que en los seis años anteriores. La apertura hacia los Estados Unidos es un enorme paso que transforma mucho, también las expectativas de la población en cuanto a perspectivas y posibilidades económicas. Además, en Cuba existe hoy una amplia libertad de viajar. Eso transforma mucho y dará una gran dinámica al proceso.
¿Hasta qué punto son las actuales estructuras económicas centralizadas compatibles con más inversiones extranjeras? ¿Cómo pueden implementarse?
Por un lado a través de zonas económicas especiales; por otro, con joint ventures. No será fácil desde el punto de vista de la transparencia. El Estado va a decidir caso por caso. No obstante, existirá seguramente interés por parte de inversionistas extranjeros y se abrirán posibilidades, si bien las condiciones actuales son aún difíciles. Cuba no es hoy un país fácil para empresas extranjeras.
Para inversionistas extranjeros es importante que no haya un problema de deuda con su país de origen, ya que de lo contrario es difícil obtener créditos. Cuba le debe al Club de París 15.000 millones de dólares y solo a Francia, 5.000. ¿Abogará Francia por reestructurar esa deuda?
Cuba está en negociaciones con el Club de París y este ha enviado señales positivas. Se trata de un proceso, pero pienso que a mediano plazo esas deudas antiguas le serán condonadas a Cuba o, lo más probable, por lo menos reestructuradas.
¿Puede Francia asumir un papel líder en las negociaciones entre Cuba y la UE? ¿O seguirá en manos de Mogherini?
El papel de líder lo seguirá ejerciendo Mogherini. Francia es, sin embargo, un socio que tiene peso. La visita de Hollande es una señal de ello. Francia no asumirá un papel líder, pero sin duda dará positivos impulsos a ese proceso.
Francia aboga desde 1991 por el fin del embargo de EE. UU. ¿Tiene Francia quizás por ello un papel especial? ¿Cómo es vista Francia por los cubanos?
La imagen de Francia en Cuba es positiva. No existe, como en el caso de España, un pasado colonial directo con Cuba. La relación no es de exagerada aproximación, pero los negocios funcionan entre ambos países. Francia es un país importante. Eso lo saben los cubanos. En ese sentido, Francia se halla en una posición adecuada para impulsar ese proceso de reconciliación.
El Prof. Dr. Bert Hoffmann es investigador del German Institute of Global and Area Studies (GIGA), con sede en Hamburgo, y está especializado en Cuba.