La reproducción en una maqueta del aeropuerto de Hamburgo -la más grande del mundo- fascina tanto a grandes como a chicos. Cuando el público entra en el recinto de "Miniatur Wunderland", en la ciudad hanseática, se olvida de la vida real y se sumerje en un mundo liliputiense, con aviones que aterrizan y despegan como en la realidad.