Paraguay: Cartes, tras los pasos de Federico Franco
22 de abril de 2013Con el triunfo del empresario Horacio Cartes en las elecciones generales que tuvieron lugar en Paraguay este domingo 21 de abril de 2013, el partido conservador Asociación Nacional Republicana (ANR) –conocido como el Partido Colorado– retoma las riendas del país suramericano tras una breve estancia en la bancada opositora. Los colorados estuvieron en el Gobierno entre 1947 y 2008, año en que la Alianza Patriótica para el Cambio llevó al obispo católico Fernando Lugo a la presidencia.
¿Cómo interpretar este desenlace cuando Lugo llegó al poder hace menos de cinco años posicionándose en las antípodas de la ANR en términos programáticos, con una agenda que buscaba consumar la postergada reforma agraria y elevar la calidad de vida de quienes llevaban décadas al margen de la sociedad? ¿No se supone que los paraguayos se habían pronunciado a favor de enmiendas políticas y de una marcada transformación social cuando votaron por un personaje con un discurso de izquierda.
“Si miramos de cerca cómo votaron en aquellas elecciones de 2008, no podemos decir que los paraguayos hayan expresado claramente un deseo de cambio. El partido que más votos obtuvo fue la ANR. Y muchos puestos terminaron en manos de parlamentarios liberales, tras unirse a la Alianza Patriótica para el Cambio, la heterogénea coalición que apoyó la candidatura presidencial de Lugo”, explica Cordula Tibi Weber, del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA) de Hamburgo.
“Los políticos de izquierda, que eran los que demandaban un proceso de transformación profundo, no tuvieron mucho peso en el Gobierno de Lugo. Y en los comicios de este 21 de abril, la izquierda no sólo estaba dividida, sino que carecía de candidatos atractivos para la población. Esa situación y el enorme respaldo que el Partido Colorado tiene en las zonas rurales, sobre todo entre los latifundistas y sus trabajadores, le permitió a Cartes ganar las elecciones fácilmente”, agrega la investigadora.
Paraguay y los foros subregionales
La jornada de este domingo se llevó a cabo sin sobresaltos, pese a la detención de dos ciudadanos bolivianos, a quienes se le atribuyó la intención de asesinar a un dirigente político paraguayo, y a la denuncia de delitos electorales como la compra de votos imputada a un senador colorado. ¿Puede este tipo de irregularidades arrojar sombras de duda sobre los comicios y dificultar la readmisión de Paraguay en el seno del Mercado Común del Sur (Mercosur)?
“Aunque conviene esperar a que se publiquen reportes más detallados, las primeras declaraciones de los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Unión Europea (UE) coincidieron en que las elecciones habían transcurrido tranquilamente y sin mayores problemas. Los enviados del Mercosur articularon algunas críticas y los periódicos informaron sobre supuestas irregularidades; pero está por verse qué dimensiones adquieren esos incidentes”, dice Tibi Weber.
“Cabe destacar que el presidente de Uruguay, José Mujica, ya extendió una invitación para que Paraguay asista a la cumbre de Mercosur que tendrá lugar en Montevideo en junio. Esa es, a todas luces, una buena señal”, acota la experta. También la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se comunicó con Cartes para felicitarlo por su victoria. De ahí que, por ahora, nada parece opacar la reinserción de Paraguay en los distintos bloques subregionales.
El Mercosur y la Unasur suspendieron temporalmente la membresía de Paraguay tras la destitución del presidente Fernando Lugo mediante un controvertido juicio político realizado de manera sumaria por el Parlamento guaraní. Conseguir que el país retome su posición en esos foros subregionales será una de las prioridades del Gobierno de Cartes; pero no la única. ¿Qué se puede esperar de la gestión de los colorados en los próximos cinco años?
“No se reducirá la brecha entre ricos y pobres”
“Yo creo que Cartes seguirá algunos de los pasos del actual presidente, el liberal Federico Franco, consolidando políticas que defiendan los intereses de los ricos, fomentando grandes transacciones en el ámbito agrario y reforzando el oligopolio en el campo empresarial, en detrimento de las necesidades de vastos sectores de la población, de los programas sociales y de las iniciativas de inclusión socioeconómica. No pienso que Cartes haga nada sustancial para reducir la brecha entre ricos y pobres”, sostiene Tibi Weber.
A la especialista del GIGA no le extraña que Efraín Alegre, candidato del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quedara opacado por Cartes, ni que Mario Ferreiro, representante del movimiento de centro izquierda Avanza País, quedara en tercer lugar en la carrera por la presidencia. “Las estructuras clientelistas en Paraguay han sido apuntaladas durante décadas por los colorados. Durante mucho tiempo, para acceder a puestos gubernamentales o a ayudas del Estado, era imprescindible ser miembro del ANR”, cuenta Tibi Weber.
“La institucionalización del Partido Colorado es algo contra lo que el Partido Liberal no puede competir todavía, aún cuando uno de sus representantes –Federico Franco– haya logrado asumir la presidencia del país circunstancialmente”, apunta esta conocedora del acontecer paraguayo. A sus ojos, en lo que respecta a la debilidad de los partidos de izquierda en el país suramericano, la explicación hay que buscarla en la falta de organización de los sectores a los que les convendría votar por ellos.
“A los grupos marginados de la sociedad civil paraguaya les ha tomado mucho tiempo organizarse; de ahí que los partidos dominantes se hayan restringido a defender los intereses de la clase alta y de la clase media alta. Fue hacia 2005 cuando la sociedad paraguaya comenzó a cuestionar más el estado de cosas en el país. Para que un sector más amplio de la población se vea fielmente representado en la política, sus portavoces deben organizarse mejor e intensificar el activismo social, como lo han venido haciendo desde los años noventa”, comenta Tibi Weber.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: José Ospina Valencia