Paraguay y las expectativas de cambio
20 de abril de 2008Las promesas de cambio suelen proliferar en vísperas de las elecciones. Y Paraguay tampoco es una excepción al respecto. Claro está que cada uno entiende el asunto a su manera. Para el presidente paraguayo, su partido, el Colorado, es el que propone el verdadero cambio, al haber presentado por primera vez a una mujer como candidata a la jefatura de estado: la ex ministra de educación, Blanca Ovelar. “Por primera vez una mujer será presidenta”, vaticinó Nicanor Duarte, asegurando que “ésa es la verdadera alternancia”. Para otros, quien encarna las esperanzas de cambio es el ex obispo católico Fernando Lugo, el único de los candidatos a quien atribuyen la posibilidad de acabar con las décadas de hegemonía colorada en Paraguay.
Las elecciones paraguayas no son un tema que ocupe en general a los alemanes. Quizá algunos aún recuerden el nombre de Alfredo Stroessner, por su ascendencia germana, y lo asocien a la larga dictadura que encabezó, pero poco se sabe de este país, considerado uno de los más pobres de la región. Aun así, en esta oportunidad la prensa habla de unos comicios interesantes, no tanto porque compitan por la presidencia una mujer un general retirado acusado de intento golpista, como Lino Oviedo, por muy sui géneris que sea su figura. Quien acapara el interés –aunque moderado- de las publicaciones de habla germana, es Lugo.
¿Otro punto para la izquierda?
“El ex obispo y discípulo de la Teología de la Liberación Fernando Lugo podría romper el predominio de los grandes terratenientes”, apunta por ejemplo el diario austriaco Die Presse. “Si él gana, Paraguay estaría ante un vuelco, después de más de seis décadas de gobierno del corrupto partido Colorado”, señala por su parte la edición alemana del Financial Times, que califica al ex obispo como un “depositario de las esperanzas de los más pobres” que “promete una reforma agraria y acabar con la corrupción”. El artículo de la corresponsal del Financial Times de Alemania añade que la nación se vería también “ante un giro hacia la izquierda”. Y puntualiza que “con Lugo en el poder, Paraguay sería el noveno país latinoamericano con un gobierno de izquierda, tras Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela”.
Aunque Lugo no proviene del mundo político tradicional, también su “Alianza Patriótica para el Cambio” no se habría sostenido sin respaldo partidario. Su principal soporte ha sido el Partido Liberal Radical Auténtico. Por esta razón, la fundación alemana Konrad Adenauer Stiftung (KAS), allegada a la Unión Cristianodemócrata (CDU), plantea que “tampoco cabe esperar de un triunfo de Lugo un quiebre absoluto en la cultura política de Paraguay”.
Temor a turbulencias
Podría sonar tranquilizador, si no fuera porque esa cultura política no tiene muy buenas cartas de presentación. Según el mismo reporte de la KAS, aunque Paraguay “cumple hoy los criterios formales de una democracia, se trata de una democracia muy deficitaria”. El informe cita también los indicadores del Banco Mundial sobre buena gestión de gobierno, haciendo notar que Paraguay es el peor calificado entre los países latinoamericanos. Si a eso se suma que los grandes desafíos, como generar crecimiento económico con equidad, modernizar el Estado y la infraestructura y combatir la corrupción y las drogas, desempeñaron sólo un papel secundario en la campaña electoral, la situación no es muy tranquilizadora.
La corresponsal del Financial Times afirma que, cualquiera que sea el desenlace electoral, se cifran altas expectativas en el nuevo gobierno y “si no se producen reformas sociales, el ánimo podría volcarse rápidamente”. El analista de la KAS, por su parte, teme una “parálisis política de Paraguay”, si el próximo presidente (quienquiera que sea) no logra encontrar mayorías estables en el Congreso. Y menciona todavía otro factor de incertidumbre: “El tribunal Electoral goza de poco prestigio y, básicamente, cada proceso electoral es blanco de críticas de fraude. Por ese motivo, cabe temer turbulencias, en vista del tenso ambiente político que impera actualmente en Paraguay”.