Pasividad europea pone en peligro el futuro de las ballenas
20 de julio de 2004En Sorrento se lucha una dura batalla por estos días. Los éxitos logrados trabajosamente a lo largo de los últimos 20 años para proteger a las ballenas de la pesca desmedida se encuentran en peligro debido a las presiones por parte de los países balleneros. Con Japón a su cabeza han logrado encontrar un camino para minar el equilibrio que hasta el momento imperaba en la lucha por proteger a los enormes habitantes marinos.
Por primera vez desde la introducción de la moratoria sobre la pesca de ballenas, en 1986, los países a favor de la caza están a punto de ser una mayoría, tras la entrada en los últimos meses de nuevos miembros que apoyan al denominado bloque ballenero.
En Sorrento se decidirá hasta el jueves próximo sobre la demanda de Japón de levantar la prohibición general de caza. Para levantar la moratoria de 1986 se necesita el voto de dos tercios de la Comisión, pero con una mayoría simple los países balleneros pueden aumentar las cuotas en los programas de caza científica o poner trabas a iniciativas para la conservación de los mamíferos marinos, que resultan en lo mismo: la muerte de ballenas.
Dispuestos a todo por un trozo de ballena
El bloque de los balleneros ha registrado un incremento sorprendente. Entre los tradicionales aliados de Japón se encuentran Noruega, Islandia, China, Corea y Rusia, que tienen intereses propios en la caza de cetáceos. Del grupo de 9 países que conformaban el ala de los balleneros en el 2000, se ha desarrollado un grupo de 21 países y se espera que este año lleguen a ser incluso 27.
Más sorprendente aún que el rápido incremento, resulta el nombre de los países que han pasado a engrosar las filas de los que claman la liberalización de la caza de ballenas. Costa de Marfil, Mauritania, Surinam y Tuvalu ingresaron a la CBI poco antes de que comenzara la reunión anual.
Según acusaciones hechas por la organización Worldwide Fund for Nature (WWF) Japón ha comprado los votos de muchas naciones en vías de desarrollo mediante el pago de ayudas económicas y millonarios subsidios pesqueros. Entre las naciones que reciben apoyo económico japonés se encuentran Antigua y Barbados, Benin, Ghana, Mongolia, Nicaragua, Palau y las Islas Salomón.
Sue Fischer, vocera del la Organización Internacional protectora de Delfines y Ballenas, WDCS por sus siglas en inglés, teme que si continúa la compra de apoyo por parte de Japón, no sólo se encuentra en peligro la mayoría dentro de la Comisión sino especialmente el futuro de las ballenas. Esto significaría un retroceso a los tiempos en los que se conocía a la Comisión Ballenera Internacional como el "club de los cazadores de ballenas".
Falta la presencia de Europa
El peligro es inminente y se requiere de cada voto. El WWF critica la pasividad asumida por muchas de las naciones europeas en lo que a la lucha activa de las ballenas se refiere. Aun cuando la Unión Europea defiende y fomenta la protección de las ballenas en el plano oficial, en Sorrento participan sólo 14 de los 25 estados miembro de la UE. Faltan Grecia, Luxemburgo y todos los países del este europeo que acaban de ingresar en el conglomerado.