Pena de muerte es barbaridad también practicada en Occidente
30 de diciembre de 2009Times, de Londres: "China puede decir que no puede quebrantar sus propias leyes sólo por apaciguar a los críticos internacionales. Beijing puede decir no puede hacer excepciones cuando se trata de ejecutar a un criminal extranjero. La pregunta no es si China arriesgue quedar mal por indultar a un narcotraficante extranjero. El caso del ejecutado británico Shaikh debe más bien poner a pensar qué tan preparada esté China para pertenecer a la liga de las grandes naciones líderes y si obra de acuerdo a su misma política de respeto de los Derechos Humanos".
¿Falta transparencia?
Standard, de Viena: "Y de nuevo está Beijing en el banquillo de los acusados por practicar la pena de muerte. La verdadera razón del asombro en Londres y Occidente no es la ejecución en sí, sino la falta de transparencia con la que los jueces deciden. La Justicia china, que cada año ordena más penas capitales que cualquier otro Estado, es demasiado débil para llevar a cabo procesos transparentes, abiertos y legales".
Ven paja en ojo ajeno, pero no viga en el propio
Schwäbische Zeitung, de Leutkirch, Alemania: "Antes de criticar a China, Occidente debiera barrer antes frente a su propia casa. Al fin y al cabo, la pena capital sigue siendo un acto horrendo, practíquelo quien lo practique, sea China o Estados Unidos. La práctica de la pena de muerte continúa siendo una vergüenza anacrónica, también cuando la practican países líderes occidentales. Un país civilizado se pone con su práctica al nivel de los llamados países villanos… o con China. También Estados Unidos reacciona de la misma forma arrogante como los chinos cuando se les solicitan indultos para algunos reos condenados a muerte. Moral: Quien critique la barbaridad, debe medir con el mismo rasero a los estadounidenses".
Editor: Enrique López Magallón