Pentágono deja sin castigo ataque contra civiles en Kabul
14 de diciembre de 2021"No hay pruebas suficientes para responsabilizarlos personalmente", indicó este lunes (13.12.2021) el portavoz del Pentágono, John Kirby, para justificar la ausencia de sanciones.
La decisión de no emitir sanciones la tomó el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, tras un informe de dos altos cargos, el jefe del Comando Central, general Kenneth McKenzie Jr., y el jefe del Comando de Operaciones Especiales, general Richard Clarke.
A principios de noviembre, un informe inicial del inspector general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, teniente general Sami Said, catalogó el ataque como trágico, pero llamándolo "un error honesto (involuntario)".
"Lo que vimos aquí fue un colapso en el proceso, en la ejecución y eventos procesales, no el resultado de negligencia, no el resultado de una mala conducta, no el resultado de un liderazgo deficiente", reseñó Kirby. Si Austin "creyera (...) que la rendición de cuentas estaba justificada, ciertamente apoyaría ese tipo de esfuerzos", agregó.
Reacciones en Kabul
"Dios se vengará", reaccionó en Kabul Aimal Ahmadi, de 32 años, quien perdió a su hija Malika de tres años y a otros nueve parientes en el ataque del 29 de agosto, que se produjo mientras el Ejército de Estados Unidos se apresuraba a completar su retirada de Afganistán.
Por su lado, Bilal Karimi, portavoz del Gobierno talibán, indicó que era "responsabilidad de los estadounidenses castigar a los culpables y compensar a las víctimas".
El ataque con aviones no tripulados del 29 de agosto tuvo lugar en los días finales de la evacuación de Kabul liderada por Estados Unidos, después de que los talibanes tomaron el control de Afganistán. Tres días antes, un atentado reivindicado por el Estado Islámico (EI) había dejado más de 100 muertos, incluyendo 13 soldados estadounidenses.
Funcionarios estadounidenses dijeron que tenían información de inteligencia sobre un posible nuevo ataque del EI en las operaciones de evacuación en el aeropuerto de Kabul, y lanzaron un misil desde un dron contra lo que pensaban que era un automóvil lleno de explosivos. Pero en realidad se trataba del automóvil de Ezmarai Ahmad, un empleado afgano de una ONG estadounidense, dentro del que se hallaban nueve miembros de su familia, incluidos siete niños.
rml (afp, ap)