Pinochet: los últimos pasos
10 de diciembre de 2006
La muerte de Augusto Pinochet se dio en medio de una ola de especulaciones sobre su estado de salud. La primera señal fue el acto en el que su esposa, Lucía Hiriart, leyó en presencia del ex dictador lo que parecía ser el testamento político de un desahuciado. Esto ocurrió el pasado 25 de noviembre.
En el documento, Pinochet asumía por primera vez de manera pública la responsabilidad política por el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y aseguraba "no guardar rencor a nadie". También se difundió profusamente, días después, la versión en cuanto a que el ex dictador había recibido la extremaunción.
Versiones encontradas
Pero la pasada semana, las noticias corrían en sentido contrario: Pinochet se recuperaba e incluso hacía ejercicios en su habitación del Hospital Militar. Al mismo tiempo, y de manera discreta, en Chile se hablaba de presuntos arreglos que realizaba la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para definir de qué manera habrían de celebrarse los funerales del ex dictador. Se especuló al mismo tiempo que el agravamiento en la salud de Pinochet podía ser una estratagema para evitar ser alcanzado por la justicia.
Este domingo, el Hospital Militar informó que se agravó súbitamente la descompensación que había llevado a Pinochet a ese sanatorio. A las 13:30 horas, tiempo de Chile, se le trasladó a la Unidad de Cuidado Intensivo donde se le aplicaron medidas de resucitación que, a la larga, resultaron ser infructuosas. La muerte se produjo a las 14:15 horas, tiempo de Santiago.
Augusto Pinochet encabezó de 1973 a 1990 un régimen totalitario que dejó un saldo de miles de muertos y desaparecidos.