Políticos con el papa Francisco: ¿fe o estrategia de imagen?
29 de febrero de 2024Francisco: un Papa cuyo nombre hace honor a San Francisco de Asís, que se brinda a los pobres. Algunos lo califican de "izquierdista” y hasta de "comunista”. Otros lo ven como a un Papa de derecha y fiel a la doctrina católica en su oposición al matrimonio homosexual y al divorcio. Jorge Bergoglio parece no tener dificultad en nadar entre dos aguas, con un carisma que podría ser la envidia de muchos políticos.
De hecho, varios líderes de América Latina lo han visitado desde su asunción, en 2013. Más recientemente, las candidatas a la presidencia de México Claudia Sheinbaum, de la alianza oficialista Morena-PT-PVM, y Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora Frente Amplio por México, visitaron por separado al papa Francisco.
"No es nada nuevo que los políticos recurran a la visita al Vaticano. No lo hacen porque sean creyentes, es cálculo político. Frente a la pérdida de legitimidad de la política, buscan acercarse a los líderes religiosos pensando que su legitimidad moral se transfiere a ellos”, dice Felipe Gaytán Alcalá, profesor e investigador de la Universidad La Salle, de México, especializado en sociología de la religión, en entrevista con DW. "La visita al Papa es solo la parte más visible de este fenómeno”, agrega. "Los políticos también se reúnen con otras iglesias, por ejemplo, con las evangélicas, y con las iglesias cristianas históricas. Así creen ganarse simpatías y votos”, explica.
Una visita precedida de insultos al Papa
Un capítulo aparte merece la visita del 11 de febrero del presidente argentino, Javier Milei, que ocupó los titulares. Ya en plena campaña electoral, en 2023, dijo que Francisco era "el representante del maligno en la Tierra”. La relación entre ambos dio un giro de 180 grados con la visita de Milei al Vaticano. Francisco intentó restarle importancia a esos epítetos, justificándolos como dichos de campaña.
"Lo que intenta el papa Francisco, y siempre ha intentado, es actuar como un factor de moderación, impulsando el diálogo y contribuyendo a la convivencia”, señala Sergio Rubín, periodista religioso argentino y biógrafo autorizado de Jorge Bergoglio, en conversación con DW.
"Siempre ha recibido a todos. Y no la tiene fácil. Como dice el Evangelio: 'Nadie es profeta en su tierra'. Con una grieta tan fuerte en Argentina, y con todo lo que se está viviendo, no siempre es comprendido. Pero si le va bien a la Argentina, para el Papa no hay nada mejor que eso”, dice. "El Papa valora mucho que Milei le haya pedido disculpas -él también se refirió a Milei duramente sin nombrarlo-, y claramente eso ha dado una imagen de que se puede perdonar y mirar hacia adelante”, sostiene.
A pesar de esto, al insinuar Milei que el Papa apoyaba su plan económico, Francisco "ha puesto las cosas en su lugar”, dice Rubín, "destacando el rol razonable que tiene que tener el Estado”, aclara. El Papa dijo que el Estado "está llamado a cumplir ese papel de redistribución y justicia social", en un video transmitido el miércoles (28.02.2024) en un evento en Argentina, y fue criticado por el gobierno, que aseguró que "la gente no quiere eso".
América Latina sigue siendo eminentemente católica
Desde 1995, la identificación con la Iglesia católica ha disminuido en toda la región, según el Latinobarómetro y el Pew Research Center. Entre otros factores, debido al pluralismo religioso, los escándalos de abusos sexuales por parte de sacerdotes, la irreligiosidad, y el auge de las iglesias evangélicas. En México, el grupo que más se aleja de la Iglesia tiene entre 30 y 35 años, con una baja en niños y adolescentes. Y las mujeres renuncian más que los hombres a la religión católica, indica un estudio del que Felipe Gaytán es coautor. Hubo fuertes caídas en Centroamérica y el Caribe.
A pesar de todo ello, Latinoamérica sigue siendo la región más católica: alberga a cerca de un 48% de los católicos del mundo, según el Anuario Pontificio 2022. Y es el continente que más clérigos forma para la Iglesia. Brasil es el país con el mayor número de católicos en la región.
Al ser Latinoamérica un continente predominantemente católico, explica Gaytán, "los políticos piensan que al acercarse a un religioso ya están salvos, y que la gente los votaría. Pero en su afán por mejorar su imagen, muchos políticos estarían violando el principio de laicidad, de la separación del Estado con respecto a las iglesias”.
"En el discurso político muchas veces ya no se distingue dónde está el límite entre lo religioso y lo político. De eso han hecho uso muchos. Javier Milei, en Argentina, y antes, Jeanine Áñez, en Bolivia, que cuando asumió levantó la Biblia”. Ese es un cálculo que a veces no les sale bien, indica, como en el caso de Brasil.
"En su momento, Lula involucró a las iglesias evangélicas en la política para contrarrestar el poder de la Iglesia católica. Pero cuando se enjuició a Dilma Rousseff y a Lula, las iglesias evangélicas apoyaron a Jair Bolsonaro. Cría cuervos y te sacarán los ojos”, sentencia.
¿Es el papa Francisco un Papa político por sus posturas? "No”, afirma Felipe Gaytán. "Si lo comparamos con Juan Pablo II, Francisco es un Papa más pastoral. Su batalla no está afuera, sino dentro del Vaticano”.
Para Sergio Rubín, "un Papa tiene una doble dimensión: la política y la religiosa. No se lo puede imaginar todo el tiempo sentado en una nube”, grafica. "No se trata de política partidaria, sino de su alto sentido de la búsqueda del bien común”. Además, "el Papa ha sido muy claro al rescatar el valor de la buena política, diciendo que la ausencia de política sería una dictadura. Eso es muy importante”, resalta. "En un mundo crispado, con sociedades enfrentadas, con tanta polarización, las buenas señales de convivencia son clave. También desde ese punto de vista, si a los candidatos no les conviniera reunirse con el Papa, no lo harían”, concluye.
(ers)