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El jefe del Gobierno Donald Tusk dijó justo después de la catástrofe de Fukushima que cree en el futuro de la energía atómica. Como máximo dentro de diez años la primera central estará lista y ya hay planeadas otras dos. Actualmente se discuten varios emplazamientos. Uno de ellos es la ciudad costera de Mielno, a orillas del Mar Báltico. Sus habitantes temen por el turismo y han votado un referéndum contra los planes atómicos del gobierno.