Política y realismo en la Berlinale
30 de enero de 2006
Entre la realidad y la ficción se encuentra The Road to Guantanamo, del director británico Michael Winterbottom. La película narra la historia de tres musulmanes ingleses que son detenidos y, sin condena, encarcelados durante dos años en la prisión de Guantánamo, en Cuba. Mezclando entrevistas auténticas con escenas ficticias, Winterbottom, que ya fue premiado con el Oso de Oro en 2003 por In this World, presenta en formato cine una de las injusticias acomodadas en los telediarios mundiales durante los últimos años, digna de película.
The Road to Guantanamo es uno de los 19 filmes a concurso de la sección oficial, en la que otros siete se presentan con carácter de exhibición. A la edición de este año no le faltarán famosos: George Clooney, Isabella Rossellini, Sigourney Weaver, Alan Rickman, Isabelle Huppert, Roberto Benigni… Sin embargo, Dieter Kosslick, director del festival, prefería ver sobre la alfombra roja de la Postdamer Platz "a los 450 presos de Guantánamo, retenidos sobre la base de la violación de todos los derechos humanos", como dijo en la presentación del programa de este año.
La película anglo-canadiense Snow Cake, dirigida por Marc Evans, abrirá la sección oficial de la presente edición de la Berlinale, que comienza el 9 de febrero y se cierra el 19, tras diez días de cine.
Irán no sólo es un programa nuclear
En la edición número 56, Irán está doblemente representado. Offside, del iraní Jafar Panahi, y Zemestan, de su compatriota Rafi Pitts, son dos películas que se presentan a concurso en la sección oficial, y que tratan de describir la vida en este país más allá de lo que aparece en los periódicos.
"En general, las películas de este año son muy políticas y cercanas a la realidad", dijo Kosslick. No obstante, el organizador de la Berlinale aclaró que la elección de los filmes iraníes no está relacionada con el conflicto que actualmente mantiene el país islámico con la comunidad internacional a causa de su programa nuclear.
Lengua hispana en las pantallas de Berlín
Sólo un cineasta hispanohablante tendrá el honor de participar en la sección oficial y optar al Oso de Oro: el argentino Rodrigo Moreno, miembro del grupo de cineastas "El Descanso", que presenta en Berlín su película El Custodio. El filme es una coproducción con partición española y alemana, que se mete en la piel del guardaespaldas del ministro de Planeamiento, interpretado por Julio Chávez, quien vive más la vida de su custodiado que la propia.
La mayor parte de la producción de habla española se concentra en las restantes secciones del festival, aquellas que están fuera de la competición. En el "Berlinale Special" se podrán ver La gran final, con la que Gerardo Olivares narra el poder movilizador del fútbol, y La Fiesta del Chivo, de Luis Llosa. El "Chivo" no es otro que Rafael Leónidas Trujillo, que gobernó dictatorialmente en la República Dominicana entre 1930 y 1961.
Fuerte presencia latina habrá en la rúbrica "Panorama Special", que será inaugurada por el argentino Daniel Bruman y su Derecho de Familia. Otra película argentina, La prisionera, tendrá su hueco en la sección "Forum", mientras que en los festivales infantil y juvenil, el uruguayo Leonardo Ricagni presentará A Dios Momo, además de poder ver las historias de jóvenes mexicanas en los Ángeles, que llegarán con Quinceañera, de Wash Westmoreland, y el filme rodado en Chile, Chicle.
Los germanos de la sección oficial
Bien representado estará también el cien alemán, con Elementarteilchen (Las partículas elementales), de Oskar Roehlers, Requiem, de Hans Christian Schmid, Der freie Wille (El Libre Albedrío), dirigida por Matthias Glasner y Sehnsucht (Nostalgia), de Valeska Grisebach, todas ellas a concurso dentro de la sección oficial.
Entre secciones oficiales y oficiosas, un total de 360 películas podrán verse este año en Berlín. Cinéfilos… ¡a disfrutar!