Premio Carlomagno para italiano Andrea Riccardi
21 de mayo de 2009
Andrea Riccardi, el fundador de la agrupación católica laica Sant'Egidio llamó a los europeos a unirse para afrontar los desafíos de un mundo globalizado y al mismo tiempo cada vez más dominado por el individualismo.
"Si no hay unidad verdadera en Europa, los países europeos dejarán de jugar un papel en el mundo. Sólo quedará el recuerdo de viejas potencias, de tiempos magníficos u horrendos, pero pasados", dijo al recibir el Premio Carlomagno en honor a su defensa de "valores europeos" como la humanidad y la solidaridad.
Amistad y esperanza
"Sin Europa, los valores europeos de la libertad, la paz y la humanidad se perderán", urgió.
El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Michel Camdessus y el antiguo presidente del Parlamento Europeo y premio Carlomagno de 2004, el irlandés Pat Cox, resaltaron en sendos discursos laudatorios la labor de Riccardi.
"La distinción a Andrea Riccardi es una señal en los tiempos de la crisis financiera. Con visión, humildad, fe y amistad, Riccardi y su organización representan un contrapeso al sistema mundial dominado por la codicia", dijo Camdessus.
"A este mundo le falta amistad y esperanza", sostuvo el ex directivo del FMI, para quien Riccardi simboliza ante todo una Europa humana y solidaria.
Cox, por su parte, afirmó que la agrupación fundada por Riccardi era un llamamiento a la responsabilidad del individuo en los tiempos de la globalización.
El presidente del directorio del premio y alcalde de Aquisgrán, Jürgen Linden, calificó a Riccardi de embajador y representante de los valores europeos y recordó que su labor es reconocida "porque ha demostrado capacidad en un terreno en el que los políticos con frecuencia han fracasado".
Plegarias de paz en Sant'Egidio
El historiador romano Andrea Riccardi, de 59 años, fundó hace cuatro décadas en Roma con unos amigos de la facultad la comunidad de Sant'Egidio, una agrupación que comenzó brindando ayuda a los más necesitados y hoy en día es una importante mediadora en conflictos a nivel mundial.
La comunidad tiene unos 50.000 miembros en todo el mundo, la mayoría voluntarios, y opera comedores populares y escuelas de idioma para inmigrantes. Es el primer lugar al que acuden en Roma muchos inmigrantes ilegales, gente sin techo y ancianos solitarios.
Pero las actividades de Sant'Egidio no se circunscriben al ámbito romano. Desde 1987 organiza las llamadas "Plegarias de paz" a las que invita a dignatarios religiosos y políticos de todo el mundo.
En 1992, los representantes del frente marxista-leninista Frelimo de Mozambique y de la guerrilla Renamo sellaron la paz en el antiguo convento que sirve de sede a la comunidad para poner fin a la guerra civil en esta antigua colonia portuguesa en el Océano Índico.
Las dotes diplomáticas de los romanos del Trastevere tuvieron muchos frutos en los años 90. En el Líbano, en Mozambique, en Guatemala y en Kosovo, los miembros de Sant'Egidio contribuyeron a la firma de acuerdos de importancia histórica.
El premio Carlomagno, que lleva el nombre del emperador franco (768-814) cuyo reino tenía por capital a Aquisgrán, es otorgado cada año desde 1950 para honrar los esfuerzos en pos de la unidad de Europa.
Entre los galardonados figuran el rey Juan Carlos I de España, el ex jefe de gobierno español Felipe González y el Alto Representante de la Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana.
Autor: Agencias DPA/AFP
Editor: Claudia Herrera Pahl