Presupuesto y desempleo
5 de diciembre de 2002
Luego del segundo de tres días de debate presupuestario en el Parlamento alemán, el "Nordsee-Zeitung" de Bremerhaven critica la actitud del Canciller federal Gerhard Schröder:
"El Canciller aprovechó su discurso en primer lugar para un ajuste de cuentas con la oposición. Cabe preguntarse si fue inteligente mostrarse tan ofendido y arremeter contra las difamaciones dirigidas a su persona. No fue convincente. Al igual que durante las últimas semanas, así también ayer en el Parlamento, (Schröder) dejó una impresión de agotamiento. Se esperaba un discurso que hiciera olvidar la poca convincente declaración de Gobierno. A pesar del largo aplauso, también a los parlamentarios del SPD (socialdemócratas, el partido de Schöder) les habrá quedado claro que esto no se cumplió."
El desempleo en Alemania supera nuevamente la valla psicológica de los cuatro millones. Al respecto el "Süddeutsche Zeitung" comenta:
"Sólo habrá más empleos si la economía crece con fuerza y si las condiciones en el mercado laboral son correctas. (...) A la gente le importa más un trabajo seguro que una red social. No seguridad en el sentido de no poder ser echados, sino el ser irremplazables para los empleadores y también ser remunerados en épocas difíciles. El trabajo sólo será más barato, si cae la carga tributaria. Hasta los sindicatos lo han comprendido, pero lamentablemente algunos políticos todavía no."
Por su parte, el "Frankfurter Allgemeine Zeitung" ve al Gobierno en un callejón sin salida:
"El Gobierno no encuentra una salida del desempleo de masas. Por eso continuará la tendencia triste en el mercado laboral de Alemania y el desempleo seguirá aumentando el próximo año. Sería necesario que el esperado leve repunte coyuntural para la segunda mitad del 2003, al menos se haga notar en la estadísticas de empleo del 2004. Esto debe ser encauzado desde ahora. El tiempo apremia."
El tono tampoco mejora en el comentario del "Financial Times Deutscland" (edición alemana del diario de negocios británico):
"Schröder propuso con mucha cautela una serie de minireformas, como una leve liberalización de las horas de cierre de los negocios, o en el campo de las pensiones. Pero no se trata de metas políticas claras, sino sólo de un intento titubeante de no cerrarse puertas. (...) Schröder es un jefe de Gobierno con mandato, pero sin la fuerza y la voluntad para aprovecharlo en pro del bien del Estado."