Princesa Lillifee:un nuevo clásico infantil
15 de agosto de 2011Cuando creó a la princesa Lillifee, el año 2003, nunca imaginó que este hada y su mundo rosa llegarían a ser conocidos en los más distintos rincones del planeta. En ese tiempo Monika Finsterbusch llevaba más de 20 anos trabajando como diseñadora de modas y nunca había escrito libros para niños.
Lillifee nació como una combinación entre la historia y las ilustraciones, con las características que conserva hasta hoy. Una joven princesa hada, de corazón noble, con un grupo de amigos –delfines, dragones, unicornios, ratoncitos, cerdos, ranas-, que adora el ballet y vive en el mundo soñado por toda niña, lleno de flores, corazones y cintas con mucho color rosado.
Primero fue el libro...
El libro “Princesa Lillifee” fue el inicio de este fenómeno que conquistó de inmediato al público infantil, específicamente a las niñas. Según la editorial Coppenrath, Lillifee es hoy conocida por el 96% de las niñas alemanas de entre 4 y 8 años. “Primero fue el libro y como la respuesta fue positiva, fue algo natural seguir con otros productos”, señala Monika Fintersbusch. “Estoy impresionada del feedback que ha tenido Lillifee”, indica esta diseñadora berlinesa de 57 años.
Hasta hoy, ha publicado siete libros, los que han sido traducidos a 25 idiomas. Se trata de ediciones muy cuidadas, con aplicaciones de brillos y colores en armonía, que tocan temas propios de las pequeñas niñas, como la amistad, ayudar a otros, los animales y la naturaleza.
En un ambiente en que muchos modelos para niños son bastante agrandados, Lillifee se atreve a ofrecer un mundo muy femenino y dulce, despertando algunos gustos que –ante la avalancha electrónica- podrían ser menos populares, como el de hacer manualidades. Sin embargo, no está ajena al merchandising.
Entre los artículos inspirados en la princesa, hay desde calcomanías y útiles para la escuela, hasta mochilas y bicicletas. Todo con las ilustraciones que la misma diseñadora crea. También audiolibros, con la voz de la actriz Sissi Perlinger, que pronto tendrán su versión en inglés, con la interpretación de la cantante británica Kim Wilde. La revista del personaje sale mensualmente con 270 mil copias y existen incluso videojuegos. Por si fuera poco, se creó un musical y se produjo una película para el cine el año 2009 y próximamente se estrenará un segundo film.
Personaje universal
Alemania tiene una larga tradición de escritores e ilustradores de cuentos infantiles. Sin embargo, Monika Finsterbusch no reconoce una influencia concreta ni tampoco se siente continuadora de una tradición. No hay una conexión con autores anteriores y cree que no es necesario hacer comparaciones.
“No es un tópico nacional. Lillifee puede calzar con niños de todo el mundo. Tú encuentras gente feliz, triste, buena y mala en todas partes. Lo puedes traducir a distintos idiomas y es algo muy internacional. No tiene nada que ver con Alemania”, indica.
¿Cuál es la clave del éxito? La respuesta no es sencilla. “Es la simplicidad del personaje –cree la autora-, que es entendido por los niños y toca el corazón de éstos. Es honesto, siempre está listo para ayudar, es amistoso, trata de solucionar problemas y busca no herir a la gente, sino ayudarla”.
Según Finsterbusch, Lillifee encaja en un mundo no perfecto, pero sí necesario y hace a la gente sentirse bien. “Es un concepto muy simple, pero también difícil, que no toda la gente entiende”. Los dibujos, llenos de dulzura y reflejo de un mundo feliz, “crean buenos sentimientos en los niños”.
Y también para la autora esta experiencia ha tenido un gran impacto: “Si creas algo de lo que tantos niños son fans, es algo maravilloso, una gran experiencia personal”.
Lillifee conquista Latinoamérica
En una casa en un barrio de Santiago de Chile, Lillifee tiene su reino. Aquí instalaron la tienda Lillifee y sus amigos, los empresarios alemanes Marcus y Nina Scharff. De Hamburgo a Chile partieron hace seis años a dedicarse al negocio de la energía solar, pero impulsado por su señora, Marcus decidió dar un giro de la mano de esta princesa.
Los Scharff tienen la representación para América Latina y distribuyen en países como México, Ecuador y Colombia. Además de la tienda principal, entrega a 50 clientes que venden en el resto de Chile. “Tenemos la línea casi completa de Lillifee, con libros, discos, stickers, juegos, cepillos, de todo. En Chile tenemos aproximadamente mil productos diferentes de este personaje”, dice Scharff.
Una gran puerta de entrada han sido las ferias y la fuerte colonia alemana presente en el país. “Trabajamos con 18 colegios alemanes, donde les interesan mucho estos productos. Como se han difundido, ahora traeremos también libros en español y en inglés”, agrega el empresario.
Los primeros dos años de trabajo fueron duros, pero ahora el hadita ya es un clásico infantil y tiene gran éxito. “El público a veces tiene miedo por el precio, pero valora la calidad y están aburridos con los productos chinos. Lillifee tiene éxito por su imagen, es muy linda y además muchas personas buscan algo diferente”.
Autora: Victoria Dannemann
Editora: Emilia Rojas