Prohíben película sobre "el Caníbal"
3 de marzo de 2006
Hacía mucho tiempo que no se vivía un caso como este en Alemania. Desde después de la guerra, la libertad de expresión en el arte primaba y tan sólo algunos pases de películas se prohibieron temporalmente, recibiendo posteriormente el permiso para ser proyectadas.
En este caso, la justicia pudo más que la libertad de expresión y la proyección de la película "Rothenburg", obra del director Martin Weisz y basada en la historia real de Armin Meiwes,el caníbal de Rotemburgo, fue prohibida en los cines alemanes.
¿Coincidencias?
La Audiencia Territorial de Fráncfort consideró que los derechos personales de Armin Meiwes pesan más que la libertad de expresión a través del arte y del cine por lo que decidió prohibir la proyección de la cinta, que se promociona como una película real de terror. La Audiencia consideró que, pese a que los personajes sean ficticios, la película tiene muchas coincidencias con el caso real del caníbal y los hechos que se relatan son casi idénticos.
En la película, el protagonista vive sólo en un caserón desde que murió su madre y conoce en un chat a su víctima, que se ofrece voluntariamente para ser sacrificada. Al igual que en el caso real, el caníbal le corta el pene y, tras freírlo en la sartén, ambos se lo comen. A pesar de lo escabroso del tema, las escenas de la película no son explícitas, evitando las imágenes que muestran claramente lo macabro de la historia.
Macabra realidad
Los bizarros precedentes se remontan a hace más de dos años cuando Armin Meiwes fue acusado de haber matado y haberse comido a una víctima que conoció por Internet. El "caníbal" fue posteriormente condenado en enero de 2004 a ocho años y medio de prisión por homicidio por la Audiencia Provincial de Kassel tras confesar haber matado al berlinés Bernd Jürgen Brandes. La víctima viajó voluntariamente de Berlín a Rotemburgo para ofrecerse como "manjar". En el juicio, el antropófago no pudo ser condenado por canibalismo porque este delito no está tipificado en Alemania.
Según la sentencia de la Audiencia, las coincidencias son suficientes y Armin Meiwes consiguió prohibir el estreno del filme en Alemania en defensa de sus derechos. Sin embargo, esta sentencia no es vinculante en otros países donde podrá estrenarse, con la publicidad añadida que la prohibición le proporciona en los medios de comunicación, a pesar de ser un filme que hubiese pasado sin pena ni gloria por la historia del cine.