Pronóstico económico otoñal para la UE
15 de septiembre de 2011
El otoño se cierne sobre la economía europea. "La economía de la UE está afectada por un escenario externo difícil, mientras la demanda doméstica se mantiene aletargada. La crisis de deuda ha empeorado y las turbulencias en los mercados golpearán a la economía real". Así lo expresó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, al presentar el pronóstico económico para lo que queda de 2011. En un entorno en el que las noticias van por lo general vestidas de tonos pastel, esta claridad asusta. "El panorama para la economía europea se ha deteriorado. Las recuperaciones de las crisis financieras generalmente son lentas y con baches", explicó Rehn.
Como fuere, el pronóstico está lejos de ser halagüeño. Prácticamente se prevé una paralización de economía de la zona euro a fin de año, pues el menor crecimiento global afectará a las exportaciones. Es más, la crisis de deuda entrará en los hogares europeos y en el ámbito de la inversión.
Menor crecimiento
Con todo, gracias a que el primer trimestre del 2011 fue fuerte y a que el crecimiento alemán será mayor de lo esperado (2,9 en vez del 2,6 por ciento del PIB), el promedio anual a nivel de los 27 está en línea con las proyecciones del Banco Central Europeo y la previsión de la Comisión. Mientras que en el 2010 la economía tanto de la zona euro como de la UE-27 creció en un 1,8 %, para este año se prevé un +1,6 o 1,7% del PIB, dice el informe.
Los primeros síntomas se hicieron sentir apenas comenzado el verano: la demanda y el comercio mundial se redujeron sorpresivamente; la recuperación económica en Estados Unidos se hace esperar; las condiciones en los mercados financieros han empeorado debido al temor de un contagio de la crisis de la deuda europea a los otros miembros de la eurzona. Es decir, “basándose en los indicadores se prevé que la situación se debilitará más hasta finales de año”, dice el informe de la Comisión.
Por otro lado, la Oficina de Estadísticas informaba pocas horas antes de la presentación del informe europeo que los precios al consumidor de la zona euro subieron un 0,2 por ciento el mes pasado. Esto confirma las estimaciones de un promedio de inflación de entre 2,5 y 2,9%.
Recesión, no
A pesar de que, según Rehn, una recesión se puede dar por descartada, el crecimiento será diferente en cada uno de los países. Si el crecimiento en Polonia será de un 4 % y en Alemania de casi un 3%, en España e Italia –dos de los países más endeudados- éste no alcanzará el 1%.
.Aparte de las malas condiciones económicas generales, el comisario Rehn da como explicación para ello el inmenso monto de su deuda, las turbulencias en los mercados financieros y, no por último, la debilidad de sus dirigentes políticos. “Las dudas acerca de las propias medidas políticas asusta a los mercados”, opinó Rehn. La solución, no obstante, hay que buscarla a ambos lados: los países como Grecia tienen que cumplir con los objetivos de austeridad fiscal y los otros países tienen que cumplir con los fondos prometidos.
Con todo, “no hay que subestimar la voluntad política y la capacidad de los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro para tomar las decisiones necesarias para la estabilidad financiera de la eurozona, de tal manera que los problemas de Grecia se solucionen”, dijo Rehn. Sobre las vías de salida a los problemas helenos se especula mucho; se baraja ya abiertamente la posibilidad de la bancarrota de Atenas. Visto así, las previsiones económicas de otoño son, efectivamente, grises, muy grises.
Autores: Christoph Hasselbach/Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas