¿Quién se hace cargo de los inmigrantes ilegales?
12 de junio de 2007Malta se ve superada por la marea de inmigrantes ilegales africanos que ven en Europa una tabla de salvación. Y pide ayuda a sus socios de la Unión Europea, en un tono que suena a desesperación. "Es una cochinada lo que está ocurriendo en el momento", dijo sin mayores adornos diplomáticos el ministro del Interior maltés, Tonio Borg, en Luxemburgo, donde los ministros del interior de la UE se reunieron a tratar este tema entre otros.
Muerte a las puertas de Europa
Según el Servicio Jesuita de Fugitivos (JRS), desde 1993 han muerto por los menos 8.000 emigrantes "en su intento de alcanzar la fortaleza europea". Borg, quien calificó la situación que se vive en el Mediterráneo de "completamente caótica", también entregó expuso números macabros: cada año mueren 600 fugitivos ante las puertas de Europa, según estimaciones más bien prudentes. "La cifra podría aumentar aún más este año", advirtió el ministro, recordando que Malta rescató en las últimas semanas a 250 personas y, en los pasados 5 años, a cerca de 7000. Demasiado para un país de sólo 400 mil habitantes, según puntualizó.
En este contexto, sin embargo, habría que recordar también que hace poco 25 fugitivos africanos tuvieron que permanecer 3 días en el mar, aferrándose a una red, mientras Malta discutía con Libia acerca de quién debía hacerse responsable de ellos. Finalmente el rescate corrió por cuenta de patrullas italianas. Sea como fuere, es evidente que las dimensiones del problema exceden las posibilidades de una isla al que le ha tocado en suerte, por esas cosas de la geografía, representar la tierra prometida más cercana para muchos que aquellos que intentan escapar en masa de la miseria.
Solidaridad escurridiza
El drama humanitario que año tras año se desarrolla en las costas del sur del viejo continente no pasa inadvertido. Pero en la esfera política, a todas luces, no se encuentra una fórmula adecuada para hacerle frente. En consecuencia, se habla de reforzar las medidas de seguridad y de multiplicar los acuerdos de repatriación con los países de origen para tratar de contener la inmigración ilegal.
Por lo pronto, los ministros del Interior no se han mostrado en absoluto complacidos con la propuesta de Malta de compartir la carga y distribuir a los inmigrantes rescatados en aguas internacionales entre los diversos países de la Unión Europea, de acuerdo a su tamaño.
El portavoz del comisario europeo del Interior, Franco Frattini, indicó que semejante medida enviaría una señal equivocada, porque sólo alentaría a más gente a intentar llegar a Europa. También esquivó el bulto el ministro alemán del Interior, Wolfgang Schäuble, si bien exhortó a la solidaridad con Malta, indicando que "al final, la política europea tendrá que encontrar una solución justa". Por su parte, el ministro francés, Brice Hortefeux, demandó un "pacto europeo sobre inmigración". Mucho menos salomónicas sonaron las palabras de su homólogo italiano, Giuliano Amato, según el cual la agencia de protección de fronteras de la UE, Frontex, debería velar porque ya no zarpara ningún bote con emigrantes del Norte de África con rumbo a Europa.