¿Qué pasó con el que nos metió en el lío del “Brexit”?
19 de octubre de 2018Boris Johnson, Michael Gove, David Davis. Incluso para quien mira de lejos, estos nombres están indeleblemente vinculados con la confusión que amenaza con destrozar al Reino Unido y posiblemente a los conservadores.
Hasta el más neutral de los observadores admitiría que merecen el ataque que están recibiendo. Y aún así, no estaríamos discutiendo sobre las últimas travesuras de Boris (al menos no en este contexto), si no fuera por el cerebro detrás del "Brexit”: el hombre que decidió poner la política partidista por encima de su país.
Entonces, ¿qué es exactamente lo que el exprimer ministro David Cameron está haciendo en estos días? "Está trabajando en sus memorias, según lo entiendo", dijo Kevin Deakston, profesor de gobierno británico en la Universidad de Leeds, a DW. "Para este tiempo, se supone que ya los tendría que haber terminado. Pero lo han aplazado constantemente y el límite radica en que, debido al "Brexit”, él quiere que ellos salgan después de que nos vayamos nosotros, porque el polvo se habrá asentado un poco".
El inútil referendo
Exacto, sólo para recapitular. En 2013, Cameron llevó a cabo su prometido compromiso de referendo de entrada/salida si los conservadores ganaban las elecciones de 2015. Básicamente eso se hizo para apaciguar a los partidarios de línea dura de su contienda, que estaban preocupados porque el Partido de la Independencia del Reino Unido liderado por Nigel Farage capturara la base de votantes conservadores y entregara la victoria al Partido Laborista. Para librarse de ese desafío, los conservadores exigieron que Cameron les brindara la posibilidad de un referendo sobre la membresía en la Unión Europea, que les permitiera persuadir a sus propios partidarios en contra de la UE y de que tan solo un voto para los conservadores les daría una opinión definitiva sobre el futuro de Gran Bretaña en el bloque político.
Cameron actuó con la creencia de que el electorado votaría para quedarse. Obviamente eso no salió como lo planeaba. "Creo que todavía se siente humillado por haber iniciado y perdido el referendo", dice Theakston. "Y él teme pasar a la historia como la persona que accidentalmente nos sacó de la Unión Europea y quizás provocó ciertas consecuencias en el futuro del propio Reino Unido, y todo eso por razones de gestión de partidos, por haber jugado con alto riesgo y todo salió mal".
China, caridad y una cumbre decisiva
Entonces, mientras escribe sus memorias, está haciendo lo que otros exjefes de Estado y de gobierno hacen: dar conferencias y enfocarse en obras de caridad, como el National Citizen Service, un programa de desarrollo social para jóvenes de 15 a 17 años que fue parte de su iniciativa "gran sociedad" como primer ministro. También creó y dirige un fondo de inversión China-Reino Unido de 1.000 millones de dólares (866 millones de euros), diseñado para mejorar carreteras, puertos y redes ferroviarias entre China y los países con los que comercia. Esta línea de su trabajo podría ser útil en términos de ayudar a la actual Primera Ministra Theresa May, quien está luchando por conseguir acuerdos comerciales para el Reino Unido en un mundo posterior al Brexit.
Hablando de ella, ¿ha habido algún contacto significativo entre May y su predecesor? "No creo que hayan tenido una conversación seria sobre el "Brexit” o sobre la estrategia política del gobierno. Las relaciones entre May y Cameron y el exministro de finanzas George Osborne y aquellos que algunos llaman los "Cameroons" siempre fueron bastante frías entre 2010 y en 2016, cuando ella era ministra del interior", dijo Theakston. "Creo que Cameron ahora es completamente irrelevante desde el punto de vista político, y Theresa May está muy contenta con eso".
Mientras que May le da la espalda, Cameron parece haber vuelto a hablar con otro de sus enemigos mortales, Boris Johnson, con quien tuvo una disputa muy pública sobre el Brexit. Se les ha visto cenando juntos y también se reunieron para conversar antes de la cumbre decisiva del gobierno en agosto, donde May presentó sus controvertidos acuerdos aduaneros a sus ministros. Una fuente dijo que Johnson y Cameron acordaron que los planes de la primera ministra eran "los peores de todos los tiempos".
Sin embargo, como señala Theakston, esto no significa que estén tramando la caída de la primera ministra. "No veo que Cameron y Johnson se reúnan o jueguen tenis o algo por el estilo para dar inicio a una alianza política", dijo. "A Johnson tal vez le gusta engañarse a si mismo pensando que sí, pero no creo que Cameron lo vea como algo más allá de un encuentro social limitado".
¿La OTAN en su mente?
Según algunas fuentes, parece que Cameron está seriamente subempleado. Eso le debe significar un dolor de cabeza, porque ha insinuado que le queda "un gran trabajo" por hacer. No, yo tampoco lo sé. "Es difícil ver qué podría ser eso. Hubo especulaciones sobre el trabajo de la OTAN [secretario general]", dijo Theakston. "Pero es difícil ver que Cameron sea aceptable para otras potencias europeas. ¿Realmente estarían de acuerdo otros europeos con la persona responsable de desencadenar este caos en las relaciones británico-europeas?"
Ese legado está colgando de su cuello como una piedra de molino. Cada par de años, Theakston organiza una encuesta entre otros académicos y les pide que califiquen los primeros ministros, con 1 para "basura” y 10 para "excelente". "En la encuesta que hizo justo después del referendo y la renuncia de Cameron, este fue elegido el tercero peor primer ministro desde 1945, con una calificación peor que la de Gordon Brown", dijo Theakston. "Y casi invariablemente, cuando cavamos debajo de la figura del titular y observamos lo que la gente decía, todo se debía al gran desastre político del "Brexit” y sus ramificaciones".
(pana/jov)