1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Qué planes tiene Björn Höcke, jefe de AfD en Turingia?

3 de septiembre de 2024

Tras el triunfo electoral del partido AfD en Turingia, crece su influencia. Su jefe regional, Björn Höcke, ya insinua cómo piensa utilizarla: para bloquear.

https://p.dw.com/p/4kEhW
Björn Höcke, el ganador de las elecciones en Turingia.
Björn Höcke, el ganador de las elecciones en Turingia.Imagen: Daniel Vogl/dpa/picture alliance

El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) se convirtió en primera mayoría en el estado federado de Turingia, con Björn Höcker como candidato principal. Para él, la noche electoral del 1º de septiembre fue triunfal.

Höcke es un personaje controvertido, también dentro de su partido. Incluso a los miembros radicales de AfD les resulta demasiado radical. En 2017, la cúpula quiso expulsarlo, porque presuntamente publicó escritos, con un seudónimo, en una revista neonazi. Pero la iniciativa no prosperó. Siete años después, Höcke le deparó a la ultraderecha un récord de votos en Turingia.

En la celebración del triunfo, los seguidores de Höcke habrían coreado su nombre y tarareado la misma canción que un grupo de jóvenes en mayo en la isla de Sylt, cuyo estribillo modificaron con "¡Extranjeros fuera!". La prensa no tuvo acceso al festejo. Pero una plataforma de extrema derecha mostró fotos y videos algo borrosos del evento.

"¡Deportar! ¡Deportar! ¡Deportar!"

En medio de la algarabía, Höcke pronunció un primer breve discurso. "Las cosas no pueden seguir como hasta ahora”, dijo, refiriéndose sobre todo a la política de inmigración y asilo. La lucha contra una sociedad diversa es lo medular de su política. Considera que la inmigración es la "madre de todas las crisis”. Sus adeptos respondían, encantados: "¡Deportar! ¡Deportar! ¡Deportar!"

En sus discursos y entrevistas, Höcke subraya siempre que, para él, no se trata de determinadas reformas o proyectos, sino de la totalidad. El quiere un país totalmente diferente. Por ejemplo, no quiere solo frenar la inmigración; quiere deportaciones masivas, de personas que para él no son parte de la población alemana "autóctona”. En la jerga interna del partido AfD, "autóctonos" son, por lo general, las personas blancas no inmigrantes.

Asimismo, Höcke se refirio en su libro "Nie zweimal in denselben Fluss" ("Nunca dos veces en un mismo río") al concepto de una política con una 'cierta dosis de crueldad', como la llamó Peter Sloterdijk. Höcke escribe allí que "no se podrá evitar una política de 'cierta dosis de crueldad'". Eso significa "que no siempre se pueden evitar las penurias humanas y las escenas desagradables". En 2015, durante el debate sobre la afluencia de refugiados, el filósofo alemán Peter Sloterdijk pidió un "sistema de defensa cuya construcción requiere una cierta dosis de crueldad".

Son declaraciones como estas las que hacen de AfD un partido "probadamente de extrema derecha", como lo clasifica la Oficina de Protección de la Constitución, encargada de vigilarlo. Y explica por qué todos los demás partidos se mantienen alejados del AfD.

Ahora, Höcke y su partido obtuvieron el 32,8 por ciento de los votos en Turingia, con casi diez puntos porcentuales de ventaja sobre la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU). "Estamos dispuestos a asumir responsabilidad gubernamental”, declaró Höcke a la televisión.

¿Quiere Höcke gobernar?

Las cifras demuestran con claridad que AfD no podría gobernar en solitario. Necesita aliados. ¿Pero qué hace el partido ultraderechista a la hora del triunfo? Sigue repartiendo golpes contra todos los potenciales socios de coalición

Muchos observadores dudan de que Höcke quiera realmente gobernar. Por lo menos, no en Turingia. Habría que hilvanar con mucha habilidad y tacto una coalición y hacer muchas concesiones. Y él es maximalista, tanto en sus demandas como en sus promesas.

David Begrich, teólogo y sociólogo que se ha ocupado del tema del extremismo de derecha, piensa que Höcke quisiera un modelo en que gobernara una alianza minoritaria de otros partidos, que necesitara los votos de AfD para conseguir las mayorías necesarias. "Eso otorgaría a AfD la ventaja de no ser responsable de la política de gobierno, pero teniendo, al mismo tiempo, un acceso político directo a las decisiones”.

De hecho, Höcke se vuelve más concreto cuando habla de sus planes en la oposición. Debido a su fuerza parlamentaria en Turingia, el partido podrá bloquear numerosas decisiones importantes, por ejemplo, en lo tocante a reformas de la Constitución regional o al nombramiento de jueces.

Höcke querría gobernar, pero sin hacer concesiones. Su partido, AfD, abomina de eso. Y tiene una palabra para referirse a ellas despectivamente: "Melonización”. El término alude a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que, a juicio de muchos miembros de AfD, se está acercando demasiado a otros partidos.

(ers/cp)