¿Qué quiere Turquía de la UE?
30 de noviembre de 2015DW: Al primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, se le notó la alegría en su rostro. ¿Se alegraba porque la UE le estaba pidiendo algo a Turquía?
Heinz-Jürgen Axt: Creo que el primer ministro Davutoglu se alegra de que los socios europeos necesiten algo de Turquía y le pidan su ayuda. Eso significa una revalorización internacional del país y, especialmente, de la postura europea hacia Turquía.
Entretanto, los turcos ven con escepticismo una adhesión de Turquía a la UE. ¿Quién la quiere en la Turquía de Erdogan?
De hecho, todas las encuestas de opinión en Turquía dicen que la aprobación de la población de una adhesión de Turquía a la Unión Europea está por debajo del 50 por ciento. Eso se debe a que las altas expectativas del proceso de acercamiento en sí no se cumplieron. Al igual que en otros países que se embarcan en este camino, la gente esperaba rápida prosperidad y normas sociales de los países de la UE. Pero tan rápido no funciona. Sin embargo, asociaciones empresariales evalúan un acercamiento entre Turquía y la UE como algo positivo.
Las asociaciones empresariales y el AKP, el partido de gobierno, todavía parecen estar interesados en formar parte de la UE. ¿O no?
La actitud del AKP es ambigua. Desde 2002, la fase de expansión económica de Turquía, el AKP ha asumido como propias las demandas de las asociaciones comerciales del país. Pero desde hace unos diez años, el AKP ha asumido cada vez más un estilo autoritario de gobierno. Desde entonces, ha venido frenando la liberalización de la economía, lo que ha provocado el alejamiento de sus antiguos partidarios en el sector empresarial.
Si la contribución de la UE para el AKP ya no es tan importante, ¿en dónde está la atracción de los acuerdos adoptados el pasado domingo?
Los acuerdos no significan que ahora habrá luz verde al reconocimiento inmediato de Turquía como miembro de la UE. La UE tampoco parte de una rápida democratización de Turquía. Lo de ahora es Realpolitik: dar para recibir. La UE cree que hay que controlar más las fronteras exteriores, y Turquía ve, por su lado, el beneficio económico directo si mejora la situación de los más de 2,2 millones de refugiados sirios en ese país. Además, Ankara ve la oportunidad de presentarse como fuerza política efectiva en el Medio Oriente.
¿Qué tan probable es que la frontera oriental de la UE sea más controlable?
La esperanza es, por lo menos, que los peticionarios de asilo de Afganistán, Pakistán y otros países que no están en guerra, sean devueltos desde las fronteras exteriores de la UE, que son muy porosas. Sin embargo, debido al reducido número de personal, ni los controles ni los registros ni los procedimientos de asilo en la UE están garantizados. Aún está por verse si eso será posible dentro de Turquía.
Tres mil millones de euros entregará la UE a Turquía para mejorar la situación de los refugiados allí. ¿Cómo se puede asegurar que el dinero se invierta en lo acordado?
Los fondos van a ser pagados en cuotas: sólo cuando esté claro que el primer tramo fue utilizado en la finalidad acordada, se paga el siguiente.
La principal razón de la crisis de refugiados es la inestabilidad en el Medio Oriente. ¿Qué interés tiene el gobierno del AKP en la estabilización de la región?
Por supuesto que Turquía quiere evitar que la crisis pase a su propio país, pero no a cualquier precio. Tanto la UE como Turquía quieren que Asad desaparezca del escenario político. Sin embargo, partes del AKP simpatizan con las fuerzas islámicas en la región, en algunos casos incluso con los colaboradores del "Estado Islámico". Eso hace de Turquía un socio complicado para Occidente.
Heinz-Jürgen Axt hace parte del comité directivo del Instituto turco para la Seguridad y la Democracia (TISD) en Washington. Hasta 2012 dirigió el Departamento de Integración y Política Europeas de la Universidad de Duisburg-Essen.