Misión electoral europea llega a Honduras
1 de octubre de 2013Esta semana llega a Honduras una misión europea de observación electoral que estará en el país hasta los comicios del 24 de noviembre. Los observadores seguirán el proceso previo, asistirán a la jornada de votación, al escrutinio y al cierre de las urnas.
Comicios especiales
Especiales son estas elecciones en el país centroamericano. Por un lado, porque podrían suponer el punto final de la crisis política del 2009; por otro, porque podrían representar el fin del bipartidismo que marcó el panorama del país durante todo el siglo XX y lo que va del XXI.
Más de cinco millones de votantes hondureños tendrán que escoger entre nueve partidos, entre ellos cuatro nuevos, incluido el Partido Libre, del depuesto presidente Zelaya. Su esposa, Xiomara Castro, encabeza la intención de voto, seguida por Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, Salvador Nasralla, del Partido Anticorrupción y por Mauricio Villeda, del Partido Liberal.
La jornada electoral del 24 de noviembre en Honduras sigue a la sombra de la crisis que comenzó con la intervención militar que interrumpió el periodo presidencial de Manuel Zelaya en junio de 2009. El gobierno del actual presidente Porfirio Lobo, del conservador Partido Nacional, que asumió el cargo después de las controvertidas elecciones de noviembre de ese año, tuvo dificultades para que la comunidad internacional lo aceptase.
Que después de la profunda crisis que supuso el 2009 para el país, Lobo haya podido llevar el proceso democrático hasta este punto es visto como un logro; esto y el crecimiento económico, son puntos positivos de su balance.
Violencia y pobreza
No obstante, el alto grado de violencia y las tasas de pobreza (66,5%) y desigualdad marcan esta convocatoria a las urnas. De un incremento de ataques a defensores de derechos humanos informa Amnistía Internacional desde su oficina de Londres.
“La situación es bastante preocupante; hay constantes violaciones de derechos humanos contra grupos indígenas que están siendo perseguidos y criminalizados por defender sus territorios en contra de compañías mineras e hidroeléctricas. Por otro lado, se está atacando a los profesores de primaria y secundaria. Éstos siempre han sido una de las fuerzas principales de los movimientos sociales en Honduras; cuando vino el golpe de Estado se convirtieron en la fuerza de movilización más potente. Y este gobierno se propuso desarticular sus organizaciones, sancionarlos, despedirlos y suspenderlos”, cuenta en Bruselas a DW Guillermo López, de la Coalición contra la Impunidad.
Inestabilidad política
Aunque la diversificación del panorama político es vista como algo positivo, la precaria gobernabilidad del país preocupa. “Honduras sigue siendo un país profundamente afectado por un patrón de oligarquización de la política enorme, donde la élite de los viejos partidos políticos -los liberales y los nacionales- sigue controlando el país casi como una finca”, explica a DW Manuel Alcántara Sáez, catedrático de la Universidad de Salamanca y autor de numerosos estudios sobre sistemas políticos en América Latina.
“Los dos partidos tradicionales se ven ahora asediados por la candidatura de la mujer de Manuel Zelaya. Teniendo en cuenta que Honduras tiene un sistema de mayoría simple, es muy fácil que si los dos partidos tradicionales dividen el voto, ella pueda resultar vencedora. Para evitarlo, creo que las clases tradicionales van a hacer todo lo posible: desde una masiva compra de votos a una generalización del miedo de lo que pueda suponer ese triunfo. Esto puede suponer una gran inestabilidad, primero, porque si ella gana, va a ganar la presidencia pero nunca el congreso. Y, segundo, un escenario de una inestabilidad semejante a la que se produjo en la etapa de su marido puede generar una fuerte polarización en la propia Honduras y en los países vecinos”, prevé Alcántara.
El informe de la misión europea
Como fuere, claro queda que la situación que encontrará la Misión de Observación Electoral de la UE es compleja. Según informa a DW Maja Kocijancic, portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), una primera misión exploratoria –que tuvo lugar del 3 al 17 de julio- concluyó que una observación a largo plazo sería “tanto útil y factible como aconsejable”.
Por eso, el trabajo de un primer grupo de 30 observadores comienza siete semanas antes de las elecciones y será seguido por otros 40 observadores que llegarán a mediados de noviembre y luego por una delegación del Parlamento Europeo.
Una evaluación preliminar de la misión europea se espera para el mismo día de las elecciones así como un informe final más extenso que se presentará más tarde y “se basará en estándares internacionales y regionales así como en la legislación nacional”. Los aspectos que suelen abordar estos informes se fijan, entre otros, en el censo de votantes, en la cobertura mediática, las denuncias y la violencia.