Rasmussen, a favor del diálogo con los talibanes moderados
1 de agosto de 2009Hallar una estrategia que conduzca al éxito en Afganistán: ésa es la principal preocupación del nuevo secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen. Coincidiendo con la toma de posesión oficial del cargo, el ex primer ministro danés se declaró favorable a negociar con grupos islamistas talibanes en Afganistán. En declaraciones al rotativo danés Politiken, el flamante jefe de la OTAN afirmó que "entre los grupos talibán, hay algunos con los que se puede hablar sobre cómo lograr la reconciliación del país".
"Obviamente, queremos cooperar con aquellos que quieren contribuir a generar una situación más segura en Afganistán y a crear un marco para la reconstrucción y el desarrollo social y económico", indicó Rasmussen al citado diario.
Diálogo limitado
Un reto complicado para la que se ha convertido en la mayor misión en la historia de la Alianza. En la actualidad, un total de 64.500 soldados se hallan desplegados en la región, mientras que la cifra de militares muertos supera ya el millar. Muchos de ellos eran soldados británicos. Sólo en julio, 22 militares de esa nacionalidad perdieron la vida en combates sobre territorio afgano.
Con sus declaraciones, Rasmussen apoya las exigencias, entre otros, del ministro de Exteriores británico. David Miliband ya se manifestó con anterioridad a favor de contactos directos con determinados grupos talibán en el sur de Afganistán.
El nuevo secretario general, sin embargo, está convencido de que el diálogo no puede hacerse extensible a todos los grupos talibán. "Hay un núcleo duro que sólo entiende el poder militar y que no está dispuesto a alcanzar acuerdos", matizó, para añadir: "ciertamente, no sé por qué deberíamos llegar a pactos con aquellos que están matando a nuestros soldados".
Reforzar el apoyo a la misión
Con quien sí que deberá negociar en firme Rasmussen es con los mismos países de la Alianza de la que pasa a hacerse cargo. Por un lado, con aquellos que cuentan con tropas desplegadas en el país asiático y esperan poder retirarse. Holanda, por ejemplo, prevé abandonar Afganistán el año que viene. También Canadá analiza un repliegue en 2011. Incluso Reino Unido debate actualmente su papel en la región después de las numerosas bajas registradas entre sus filas.
Además, Rasmussen deberá intentar convencer a otros miembros fuertes de la OTAN, como la recién reincoporada Francia, Alemania o Italia. Países todos ellos con recursos suficientes pero no con la voluntad de enviar tropas al sur afgano, la zona más convulsa del país.
Autor: EV / dpa
Editor: Luna Bolivar Manaut