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Las aplicaciones de soporte remoto se utilizan normalmente para entrar en otras computadoras y realizar trabajos de asistencia técnica. Pero como tantas veces, esta tecnología puede ser utilizada con fines delictivos. Los denominados "ratters" se hacen así con el control de otras computadoras, espían los datos y las actividades del usuario, e incluso a la víctima a través de la cámara web. El ataque llega por medio de los archivos adjuntos de un correo electrónico, o con una descarga desde internet. La palabra "ratting" procede de la expresión inglesa "remote access tool".