Reabren debate sobre energía nuclear
3 de abril de 2006
Las reservas de gas y de petróleo se agotan rápidamente y quien cuenta con ellas tiene poderío económico y, sobretodo, político, como lo demostró el reciente incidente entre Rusia y Ucrania, cuando Moscú simplemente cortó a la ex- república soviética el suministro de gas, después de que Kiev se rehusara a pagar un sorpresivo incremento del 500%.
El inicidente dejó un precedente en el resto de Europa temerosa de que se produjera un desabastecimiento energético generalizado. No sólo preocupa a países occidentales el abastecimiento sino también la estabilidad de precios. Ambos son un riesgo potencial considerando que las mayores reservas de hidrocarburos se encuentran en la elipse estratégica del Medio Oriente, en donde cada conflicto provoca incrementos de precios e inestabilidad en los mercados bursátiles.
Mezcla energética
Los países occidentales se ven presionados a encontrar una solución que garantice el abastecimiento energético a precios razonables. En Alemania, la opinión pública favorecería en primer término el fortalecimiento de fuentes de energía renovables, como la solar, eólica e hidráulica. Sin embargo, como éstas no sustituirán a corto ni mediano plazo la energía fósil, expertos llaman a considerar una mezcla sensata de fuentes energéticas que incluya a la energía nuclear y la del carbón.
Los grandes consorcios, RWE, E.on/Ruhrgas y Wintershall, controlan casi la totalidad del mercado alemán de energía eléctrica, que pese a los altibajos, no dejan de registrar millonarias ganancias. El Estado, por su parte, percibe 40 centavos de impuestos por cada euro que paga el consumidor en luz eléctrica, lo que muestra que es el ciudadano de a pie el que paga la cuenta. Economistas advierten que si el consumidor no tiene para gastar no habrá crecimiento económico, tampoco inversiones ni puestos de trabajo. Todo esto se convierte en un freno de la mayor economía de Europa.
¿Retorno a la energía nuclear?
Así las cosas no extraña que en Berlín vuelva a desatarse una discusión sobre el futuro de la energía nuclear, una fuente energética barata y limpia, que sin embargo, es controvertida debido a los riesgos que implica la operación de plantas nucleares y de sus inextinguibles y peligrosos desechos. La socialdemocracia alemana recuerda el desastre ocurrido en Chernóbil hace 20 años para señalar al carbón como la solución del futuro. Actualmente existen unos 400 reactores nucleares en funcionamientos y otros 40 se encuentran en construcción.
No se esperan resultados concretos de la cumbre energética a la que han sido convocados representantes de la industria petrolera, eléctrica, química y automotriz, así como políticos regionales y miembros claves del gabinete de Angela Merkel. Sin embargo, la canciller señaló que "pese a las distintas posturas de los partidos de la coalición -cristianodemócratas y socialdemócratas- la población merece una respuesta clara sobre cómo será el abastecimiento energético de Alemania hasta el 2020".
Reducir la dependencia
Los proveedores de energía por su parte, no llegan con las manos vacías. Como la mejor defensa es el ataque, los consorcios llegan con su paquete de demandas de inversión para modernizar sus plantas. El director de la Asociación de Proveedores de Electricidad (VDEW), señala que los 42 proyectos que están a discusión significan una inversión de más de 21.000 millones de euros. La organización es techo de más de 750 empresas, entre ellas, plantas de gas y de carbón.
No habrá una respuesta inmediata pero la cumbre energética de Berlín es el inicio en la búsqueda de una solución que reduzca la vulnerabilidad alemana, que puede aplicarse a otros países de Europa. Las reservas de gas de de crudo provenientes del Mar del Norte se agotan rápidamente y por ello crece la dependencia de los países de la Unión Europea de los suministros energéticos rusos. Expertos estiman que en los próximos 20 años la UE tendrá que importar entre un 70 y un 80% de su demanda de hidrocarburos.