Nuevo programa de protección civil en Alemania
23 de agosto de 2016Las cajas registradoras de los supermercados trabajan a paso relajado, como cada verano. Pero quizá ese ritmo se acelere pronto, cuando sea presentado el nuevo concepto del Gobierno alemán para la protección civil. “Se recomendará a la población conservar una reserva alimentaria suficiente para diez días, a fin de apoyar a través de esa medida preventiva las medidas que adopte el Gobierno”, afirma la versión preliminar del concepto, que, entre tanto, ha llegado a diferentes medios de comunicación. En otras palabras, los ciudadanos en Alemania deben mantener reservas para el caso de una catástrofe, y así poder superar posibles crisis hasta que funcione de nuevo la ayuda estatal. Desde hace semanas, se acumulan noticias acerca de atentados terroristas, ya sean falsos o verdaderos. ¿Ha llegado la hora de ser más precavidos?
Laura, una cliente de un supermercado, mira la bolsa con sus compras. En ella hay legumbres, una botella de limonada, y otras cosas para la pausa de mediodía. “Yo, en primer lugar, me preocuparía de tener suficiente agua”, dice la mujer, de 37 años, al enterarse de los planes de prevención del Gobierno federal. “Pero no sé si algo así sería necesario en Alemania. En lugares como California seguramente las cosas son distintas, por el peligro de sismos”, dice.
Detrás de Laura, a través de la puerta automática, aparece una mujer más madura. Carga en los brazos dos bolsas de plástico repletas. “De hecho, yo guardo en casa reservas para unos tres meses”, admite. Comenzó a acumular víveres por instinto. “Me adelanté a mi tiempo”, bromea. Ella prefiere sobre todo la avena y el aceite. “Es la variante más económica, pero desde el punto de vista nutricional debería resultar bastante bien”.
Concepto para toda eventualidad
El documento oficial parece adecuado para una época en la que muchos ciudadanos sienten que crecen las amenazas y la inseguridad. Al mismo tiempo, los autores de la propuesta subrayan que ésta no es una respuesta a los acontecimientos de los pasados meses. “Se trata de una actualización de un concepto que había sido modificado por última vez en 1995”, afirma un portavoz del ministerio alemán del Interior, oficina que presentará la iniciativa. En aquellos días, el mundo parecía mucho más pacífico, desde la perspectiva alemana: la Guerra Fría había terminado, y los enemigos se convirtieron en socios.
Hoy hay nuevas amenazas. El ciberterrorismo podría paralizar la infraestructura y provocar cortes de energía generalizados, o islamistas podrían hacer explotar una bomba. A ello se suma la posibilidad de catástrofes naturales como terremotos, huracanes o inundaciones que podrían tomar dimensiones catastróficas. “Tomamos en cuenta todas las posibilidades”, afirman los representantes del ministerio del Interior. El concepto ha sido trabajado a lo largo de los pasados cuatro años. Medios informan que se incluyen aspectos como la protección de edificios, el acopio de suficientes recursos para garantizar los servicios de salud, y el diseño de un eficaz sistema de información para la población.
La oposición ve todo esto con ojos críticos. “Estoy contra la siembra de pánico en lo que respecta a la seguridad interna, tema en el cual se necesita con urgencia serenidad y cabeza fría”, dice Dietmar Bartsch, de La Izquierda, a DW. Konstantin von Notz, de Los Verdes, es afirma que “todo esto no es más que propaganda populista que juega con los miedos de la población y que solo crea mayor inseguridad”.
Markus Kaim, de la Fundación Ciencia y Política, es de otra opinión. Para él, es importante que los posibles afectados tomen en cuenta la cambiante situación de la seguridad pública. La acumulación de reservas alimentarias es solo un factor entre muchos, dice el experto. Kaim no cree que el concepto de protección civil cambie mucho la vida de los ciudadanos, “pero es adecuado como llamada de atención, a fin de que la gente despierte de su percepción de seguridad aparente”.
Mario, otro cliente de supermercado, afirma que “no es descabellada la idea de tener algo en casa para casos imprevistos”. Pero quizá hay algo más detrás de todo esto, especula. “Si cada ciudadano gasta 20 euros más en supermercados, alguien sale ganando: el comercio minorista”.