Reciclaje de basura: el plástico se convierte en petróleo
27 de marzo de 2006
Polvo eres y en polvo te convertirás. Y aunque no se trate de polvo sino de crudo, ¿por qué no poder devolverle después de muerto su forma inicial? Con este principio tan bíblico, científicos alemanes de la Escuela Superior Gießen-Friedberg se encontraron casi por casualidad, como efecto secundario de una de sus investigaciones, con la manera de restituir los residuos plásticos a su estado elemental, es decir, el del petróleo, y obtener así crudo de alta calidad.
Del plástico al petróleo
Inicialmente, los científicos de Gießen-Friedberg se dedicaban a investigar la forma de lograr petróleo a partir de grasa animal. Ahora buscan patrocinadores que quieran financiar su nuevo proyecto: convertir en crudo el plástico que se tira a la basura.
Con ayuda de unos catalizadores los científicos logran romper, en el lugar preciso y a unos 350-400 grados de temperatura, las cadenas de carbono que forman el plástico. La pérdida de material en el proceso es prácticamente nula: de 1.000 kg de residuos se obtienen unos 1.000 litros de crudo.
Hasta el momento en las pruebas de laboratorio la conversión se ha llevado a cabo con éxito. "El petróleo que resulta de los desechos plásticos tiene la calidad del diesel y la viscosidad de la gasolina", dijo a DW-WORLD Astrid Fiedler, una de las ingenieras que participan en las investigaciones.
Este crudo generado puede ser utilizado como cualquier otro. "El líquido que obtenemos tiene las mismas cualidades que el petróleo de primer uso. Utilizado como combustible, las emisiones a la atmósfera no se diferencian de las de otra gasolina, pero protegen el medio ambiente en el sentido de que se trata de un reciclaje", comentó Fiedler.
Un tema en el candelero
Lo que ahora hace falta en Gießen-Friedberg es dinero. "De momento todo está en proceso de investigación porque nos faltan recursos. Necesitamos un equipo más grande para poder producir petróleo en mayor cantidad. Estamos negociando con una empresa fabricante de plásticos para que nos ofrezca apoyo financiero. Nos han pedido una serie de resultados y si son positivos quizás tengamos suerte", dijo Fiedler.
Para promocionar sus investigaciones, los compañeros de la rama de redacción técnica y documentación multimedia de la Escuela están rodando un pequeño filme que se titulará "Petróleo de residuos". "Es un tema de mucha actualidad y esperamos que alguien se interese por nuestro trabajo", declaró Fiedler.
Y la verdad es que el descubrimiento llega ajustado a la agenda política. El 24 de marzo entró en vigor en Alemania una ley de eliminación de residuos que prohíbe tirar objetos eléctricos, que suelen contener mucho plástico, a la basura habitual. Todos los productos deberán llevar una numeración de serie y su eliminación estará controlada por las autoridades: las empresas recogerán los aparatos, quién quiera deshacerse de sus cacharros viejos tendrá que pagar por la recogida.
En Alemania no faltan los que se quejan de lo cara que le va a salir a empresarios y consumidores la nueva legislación. Ya la mayor parte del plástico que se tira es reciclado: se transforma en bancos de parque o en tuberías. Pero si existiesen plantas que lo convirtieran en petróleo, seguramente habría suficientes compañías dispuestas a recoger la basura eléctrica, incluso sin recargo